Vista En: Cines Cinebox (Corvera), jueves 20 de
septiembre de 2012.
Título Original: The Possession.
Director: Ole Bornedal.
Guión: Juliet Snowden y Stiles White, basado en el
artículo A Jinx in a Box?, de Leslie Gornstein, publicado en 2004 en el
periódico Los Ángeles Times. Género: Terror.
Música: Anton Sanko. Fotografía: Dan Laustsen.
Decorados: Louise Roper. Vestuario: Carla Hetland.
Productoras: Ghost House Pictures y North Box Productions.
Presupuesto: ±14.000.000 $.
País: USA. Año: 2012. Duración: 92 utos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jeffrey Dean Morgan
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Clyde Brenek
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Kyra Sedgwick
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Stephanie
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Natasha Calis
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Emily ‘Em’ Brenek
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Madison Davenport
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Hannah Brenek
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Matisyahu
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Tzadok
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Grant Show
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Brett
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Rob LaBelle
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Russell
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Nana Gbewonyo
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Darius
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Anna Hagan
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Eleanor
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Brenda M. Crichlow
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Srta. Shandy
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Jay Brazeau
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Profesor McMannis
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Iris Quinn
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Doctor
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Em es una adolescente que con su hermana
pequeña Hannah se muda a casa de su madre, después de que sus padres se
divorciaran. Cuando en un mercadillo casera encuentra una caja antigua decide
comprarla, pero a raíz de entonces un ser diabólico que habita en ella comienza
a poseerla, lo que hará a sus padres Clyde y Stephanie a buscar ayuda para
salvarla.
Crítica: El responsable de La Sombra de la Noche
[1997] y La Sustituta [2007] entre otras películas es el autor y perpetrador de
un largometraje al que se le nota de lejos la influencia de El Exorcista
[William Friedkin, 1973] a modo de inspiración, destrozando en gran medida todo
el gigantesco potencial de su idea básica por la decisión de adherirse a los
topicazos del género como si fuese una lapa (Em, típica y tópica adolescente
con problemas metida en una progresiva escalada de terror: su cambio de
comportamiento solo sirve como recuerdo y nostalgia de esa eterna Regan McNeill
que Linda Blair interpretase en el film de Friedkin; todo lo concerniente a la
caja dybbuk, genial idea que saca del ostracismo a la demonología en la cultura
hebrea, que por desgracia se queda muy en la superficie; Kyra Sedgwick,
saliendo de su serie The Closer [2005] para meterse en el eterno papel de madre
coraje: unidimensional, sin novedad que reseñar). Sucedáneo de terror que se ve
afectado por la estela de Indisious [James Wan, 2010], cuya fotografía y banda
sonora van a juego para dejar instante medianamente conseguidos de suspense,
The Possession (El Origen del Mal) desperdicia el verdadero terror en función de
una serie de sustos altamente predecibles y conocidos hasta la saciedad,
rebajando mucho el listón, y dando a actores competentes como Jeffrey Dean
Morgan ocasión para lucirse lo suficiente (Clyde y Stephanie, o uno de esos
matrimonios que no acaba de entenderse qué les lleva a separarse cuando parecen
una pareja ideal; Em, sometida a un scanner por resonancia magnética,
encontrando en su corazón algo que no debería estar de allí; el clímax final,
un juego de luz y sombra con un estupendo Matisyahu como rabino Tzadok).
Metiendo un cierre de esos dejados para futuras secuelas, la película es un
pastiche de ideas que funciona pero solo a medio gas. Un gran déjà vu que nunca
echa el vuelo.
La Puntilla: Hollywood y sus malditas malas novedades para
acabar contando siempre la misma historia. ¿Tanto cuesta arriesgarse a
innovar?.
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