Vista En: Es.onmovies.to, lunes 11 de mayo de 2015.
Título Original: The Prophecy 4: Uprising.
Director: Joel Soisson.
Guión: Joel Soisson, basado en una historia original
de John Sullivan. Género: Fantástico.
Música: Joseph LoDuca. Fotografía: Gabriel Kosuth.
Decorados: Serban Porupca. Vestuario: Carmen Ilie y Doina Raducut.
Productoras: Dimension Films y Neo Art & Logic.
Presupuesto: [Desconocido].
País: USA. Año: 2005. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sean Pertwee
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Dani Simionescu
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John Light
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John Riegert/Satán
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Kari Wuhrer
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Allison
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Jason London
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Simon
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Doug Bradley
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Laurel
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Georgina Rylance
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Clara
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Stephen Billington
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Ion
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Dan Chiriac
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Serban
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Boris Petroff
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Padre Constantin
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Alin Cristea
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Cantor
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Dan Astileanu
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Hardy
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Catalina Alexandru
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Carmen Macovei
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Dani Simionescu es un detective de la policía
de Bucarest que investiga un asesinato junto a su compañero, John Riegert.
Mientras tanto, una chica mentalmente inestable llamada Allison se hace con un
extraño libro llamado El Léxico, en realidad un objeto de poder codiciado por
unos ángeles rebeldes a Dios que desean que éste retire su gracia a la raza
humana.
Crítica: Muy, pero que muy innecesaria expansión de la
franquicia Ángeles y Demonios [Gregory Widen, 1995], que se había dado por
cerrada en Ángeles y Demonios 3 [Patrick Lussier, 2000], y de la que se aleja
completamente para montarse su propia historia independiente pero haciéndolo de
la peor manera posible y con un reparto nada estelar, además de una pésima
elección en lo tocante al escenario elegido para la ocasión (John Light, un
actor necesitado con mucha urgencia de clases de interpretación: su doble papel
como Riegert y Satán es lo primero aburrido y lo segundo imposible de creer;
Sean Pertwee y Kari Wuhrer, evidenciando que sus años de esplendor son meros
recuerdos del pasado: a él el personaje le pesa como una losa y ella no es
creíble como una chica con trastornos mentales; la cámara, subjetiva, mirando
tal como lo hace un ángel, ejemplo último del uso de efectos especiales).
Abordando su primer trabajo como director con la mayor de las desganas {y si no
es así lo finge de maravilla}, ni siquiera la presencia de un Doug Bradley
irreconocible sin su caracterización como el legendario Pinhead de la saga
Hellraiser saca a la película de una mediocridad extrema, destruyendo si cabe
aún más la poca reputación que le quedaba a la franquicia tras las
decepcionantes segunda y tercera parte (el clímax final, con Belial y Lucifer
teniendo una charla sobre sus motivaciones para hacer lo que hacen, la mejor
prueba de lo basurilla de su guión; Bucarest, o Europa del Este paraíso de las
películas de bajo coste y calidad ausente: lo deslucida de la ciudad apunta
maneras sobre un producto nefasto de principio a fin; un demonio, saltando de
un cuerpo a otro en busca de su objetivo: un remiendo de Fallen [Gregory
Hoblit, 1999], ejecutado por su peor enemigo). Una antítesis de ópera prima,
manual paso a paso de cómo no escribir ni rodar cine. Concienzuda y
meticulosamente penosa.
La Puntilla: ¿Cómo puñetas dejaron rodar este desastre,
cuando hubiera sido mejor quemar el guión a la primera de cambio?.
Mi
Valoración
★★★★★
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