Vista En: Cines Odeón (Corvera), domingo 3 de diciembre
de 2017.
Título Original: Murder on the Orient Express.
Director: Kenneth Branagh.
Guión: Michael Green, basado en la novela homónima
de Agatha Christie, publicada en 1934. Género: Intriga.
Música: Patrick Doyle. Fotografía: Haris Zambarloukos.
Decorados: Rebecca Alleway. Vestuario: Alexandra Byrne.
Productoras: Twentieth Century Fox, Kinberg Genre, The
Mark Gordon Company, Scott Free Productions, Latina Pictures y The Estate of
Agatha Christie. Presupuesto: ±55.000.000 $.
País: USA. Año: 2017, Duración: 114 minutos. Color y B/N.
Reparto:
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Personajes:
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Kenneth Branagh
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Hercule Poirot
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Michelle Pfeiffer
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Caroline Hubbard
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Penélope Cruz
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Pilar Estravados
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Daisy Ridley
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Mary Debenham
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Leslie Odom Jr.
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Dr. Arbuthnot
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Josh Gad
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Hector MacQueen
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Derek Jacobi
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Edward Henry Masterman
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Sergei Polunin
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Conde Rudolph Andrenyi
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Lucy Boynton
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Condesa Elena Andrenyi
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Judi Dench
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Princesa Dragomiroff
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Willem Dafoe
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Gerhard Hardman
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Johnny Depp
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Edward Ratchett
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Viajando en el Orient Express para atender un
caso en Londres, el detective Hercule Poirot es tanteado por Edward Ratchett,
un tratante de antigüedades para que sea su guardaespaldas privado. Rechazando
el trabajo, el asesinato de Ratchett esa misma noche fuerza al detective para
investigar, encontrándose que está relacionado con un secuestro años atrás.
Crítica: El polifacético actor y director de películas
como Hamlet [1996] y de otras como Thor [2011] es el principal impulsor de una
desangelada y a ratos extremadamente fría relectura de la novela de Christie,
haciendo un remake de la película homónima de 1974 de Sidney Lumet un capricho
personal que funciona en sus partes separadas pero falla en el conjunto,
desbarrancando a pesar de todos los esfuerzos por evitarlo (el ir y venir de
personajes, algunos con apenas diálogos como Dragomiroff, los Andrenyi o el
profesor Hardman: desperdiciar a Dafoe y Dench de tal manera, si no es pecado,
debería serlo; la actuación de Branagh como Poirot, un hombre extremadamente
listo pero con manías obsesivas al igual que el Adrian Monk de Tony Shalhoub en
la serie Monk [2002]; el prólogo en Egipto, hecho con el único propósito de
presentar a Poirot como un lumbreras: muy, pero que muy innecesario). Haciendo
gala de unos efectos especiales que intentan disimular que no están allí pero
que sí están y con un tercer acto que intenta desmarcarse del film de Lumet
todo lo más posible, Asesinato en el Orient Express versión 2017 es un trabajo
que peca de tomarse demasiado en serio a si mismo, haciendo un análisis sobre
el dolor y la maldad que va a medio gas (las panorámicas del Orient Express por
las montañas, previo al alud de nieve que parará el tren, o Poirot sobre uno
vagones: se percibe de lejos que no son reales; los sospechosos, reunidos a la
manera de La Última Cena: ¿en verdad eso hacía falta?; ciertas deducciones
finales, un tanto forzadas al sacar conclusiones sin pistas previas sobre
ello). Con un elenco irregular en presencia y carisma, con Michelle Pfeiffer o
Daisy Ridley prevaleciendo sobre Penélope Cruz o una casi invisible Olivia
Colman como Hildegarde Schmidt, la chanza de Branagh se vuelve en su contra por
el titánico peso de sus enormes egos, cayendo irremediablemente al abismo.
La Puntilla: Adaptar los actores al guión es una cosa.
Adaptar el guión a los actores, otra muy diferente. Y nunca buena.
Mi
Valoración
★★★★★
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