Vista En: Gnula.nu, sábado 4 de noviembre de 2017.
Título Original: Friday the 13th, Part 2.
Director: Steve Miner.
Guión: Ron Kurz. Género: Terror.
Música: Harry Manfredini. Fotografía: Peter Stein.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Ellen Lutter.
Productoras: Georgetown Productions Inc. y Sean S.
Cunningham Films.
Presupuesto: ±1.250.000 $.
País: USA. Año: 1981. Duración: 87 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Amy Steel
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Ginny Field
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John Furey
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Paul Holt
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Marta Kober
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Sandra Dier
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Kirsten Baker
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Terry
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Stu Charno
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Ted
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Warrington Gillette
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Jason Voorhees
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Walt Gorney
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Ralph el loco
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Tom McBride
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Mark
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Bill Randolph
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Jeff
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Lauren-Marie Taylor
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Vickie
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Betsy Palmer
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Pamela Voorhees (también imagen de archivo)
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Adrienne King
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Alice Hardy
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Cinco años después de que unos monitores
fueran asesinados en el Campamento Crystal Lake, éste reabre con una nueva
dirección y nuevos monitores como campamento de verano para jóvenes. Pero la
estancia en el lugar se complica cuando Jason Voorhees, buscando venganza por
lo ocurrido a su madre cinco años atrás, reaparece para matarlos.
Crítica: Debut en la dirección de Steve Miner, en una
producción hecha con evidente prisa para aprovechar el rebufo de Viernes 13
[Sean S. Cunningham, 1980] y que sigue punto por punto el esquema de su
predecesora, pero con dosis más elevadas de terror a la par que unos
tontorrones golpes de comedia que casi podrían servir de justificación para su
posterior exterminio, con una banda sonora que solo hace de recalcar la
original (el prólogo, terminando lo que la primera dejo incluso con una
aterrada Alice Hardy: excelente carta de presentación para posteriores
ejecuciones sumarísimas; el instante de Ginny, en el bar, poniéndose compasiva
con la historia de los Voorhees: único punto dramático de un largometraje en el
que eso brilla por su ausencia; Vickie y su interés por saber si Mark funciona
de cintura abajo por estar en una silla de ruedas: impagable). Impactante y
desgarradora a partes iguales en lo escueto de su metraje, Viernes 13, 2ª Parte
es una secuela que se convierte en suerte de extensión de la primera parte en
todos los sentidos, dejando lo mejor para el final mientras el resto zozobra en
necedades (la resistencia de Paul a creer en la leyenda y/o posibilidad de que
Jason esté vivo: eterno pensamiento de negacionista que pronto será
“recompensado”; el vestuario, entre lo vulgar y lo hortera matizando a unos
jóvenes con demasiadas ganas de sacarse la ropa de encima; Sandra, en pleno
goce con Jeff, dándose cuenta demasiado tarde de que el peor de los anticlímax
se les echa encima a ambos). Sirviendo en bandeja de plata un reguero de sangre
con un reparto prescindible hecho por y para ser vapuleado de todas las formas
posibles, pasajes más interesantes como la estrategia de Ginny para sobrevivir
y su tercer acto hacen del film un trabajo lejos de ser redondo pero también
del desastre, logrando afianzarse como una estimable escaramuza. Y lo del altar,
de auténtico repelús.
La Puntilla: Siempre se ha comentado eso de “tiene menos argumento que una película porno”. Ahora entiendo a qué se referían.
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