Vista En: Gnula.nu, jueves 16 de noviembre de 2017.
Título Original: Hellraiser: Hellseeker.
Director: Rick Bota.
Guión: Carl Dupre y Tim Day. Género: Terror.
Música: Steven Edwards. Fotografía: John Drake.
Decorados: Matthew Versteeg. Vestuario: Brad Gough.
Productoras: Miramax, Dimension Films, Neo Art & Logic
y Cold Day Ltd.
Presupuesto: ±3.000.000 $.
Países: Canadá y USA. Año: 2002. Duración: 89 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dean Winters
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Trevor Gooden
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Ashley Laurence
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Kirsty Cotton Gooden
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Doug Bradley
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Pinhead/Merchant
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Rachel Hayward
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Allison
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Sarah Jane Redmond
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Gwen
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Jody Thompson
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Tawny
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Kaaren De Silva
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Sage
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William S. Taylor
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Detective Lange
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Michael Rogers
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Detective Givens
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Trevor White
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Bret
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Ken Camroux
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Ambrose
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Dale Wilson
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Cirujano jefe
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Un mes después de un accidente de coche en el
que desaparece su mujer Kirsty Cotton, Trevor Gooden comienza a tener serios
problemas de memoria y desorientación, sufriendo lagunas temporales y unas
jaquecas que le llevan a dudar de la realidad, lo que le complica su búsqueda
de Kirsty y también descubrir qué fue lo sucedió de verdad en el accidente.
Crítica: Debutando de la manera menos creíble y más
inútil de todas, Rick Bota rueda una sexta entrega sobre la franquicia de los
cenobitas pero que en realidad es un remake no oficial, ni confeso, de La
Escalera de Jacob [Adrian Lyne, 1990], con la salvedad de abordar el mismo tema
de una manera mucho más inepta y descontrolada, a la sazón de un Dean Winters
abandonando Ley y Orden: Unidad de Víctimas Especiales [1999] intentando
demostrarse a si mismo que puede ser protagonista estelar (Trevor Gooden, un
hombre cuya mente parece partida en dos entre los recuerdos y una fantasía
perturbadora al igual que el Jacob Singer que encarnase Tim Robbins; sus
encuentros con una Tawny muy desinhibida y una jefa de armas tomar, demostrando
que lo suyo con las mujeres tiene mucha miga; el tema de las lagunas temporales,
provocando saltos narrativos que se prestan a mucha confusión). Llegando a unas
cotas de necedad verdaderamente alucinantes y con un Pinhead que en realidad ni
está ni se le espera por más que lo metan a modo de gancho para atraer al
espectador, Hellraiser: Hellseeker {algo así como “el buscador del infierno”}
se convierte no solo en la segunda película de la franquicia sacada
directamente a video después de Hellraiser: Inferno [Scott Derrickson, 2000],
si no en la confirmación clara y evidente de una saga que ha perdido el norte
narrativo y de calidad (las alucinaciones de Gooden en la comisaría, que en
teoría deberían generar miedo y solo generan bostezos de aburrimiento; los
flashbacks, intermitentes, aportando datos en un intento fallido por ser algo
novedoso; la charla final de Gooden y el Detective Lange: sin palabras). Con un
enorme enigma en la película que queda sin respuesta (Ashley Laurence: ¿cómo
diablos la convencieron de volver a la saga?), Bota se alza por si solo como la
opción más desacertada posible. No se salva ni el apuntador.
La Puntilla: ¿Es que nadie se da cuenta que extender una franquicia así por las buenas solo conlleva películas sinsentido en su cretinez?.
Mi
Valoración
★★★★★
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