Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 31 de
agosto de 2013.
Título Original: The Mortal Insturments: City of Bones.
Director: Harald Zwart.
Guión: Jessica Postigo Paquette, basado en la novela
homónima Cassandra Clare, publicada en 2007. Género: Fantástico.
Música: Atli Örvarsson. Fotografía: Geir Hartly Andreassen.
Decorados: Patricia Larman y Steve Shewchuk. Vestuario: Geisha Phillips.
Productoras: Constantin Film, Unique Features, Mr. Smith
Productions y Don Carmody Productions. Presupuesto: ±60.000.000 $.
Países: USA, Alemania y Canadá. Año: 2013. Duración: 130 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Lily Collins
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Clarissa ‘Clary’ Morgenstern
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Jamie Campbell Bower
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Jace Wayland
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Robert Sheehan
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Simon Lewis
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Kevin Zegers
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Alec Lightwood
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Lena Headey
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Jocelyn Fairchild
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Aidan Turner
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Luke Garroway
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Godfrey Gao
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Magnus Bane
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Jemima West
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Isabelle Lightwood
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CCH Pounder
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Madame Dorothea
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Robert Maillet
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Samuel Blackwell
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Kevin Durand
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Emil Pangborn
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Jared Harris
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Hodge Starkweather
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Clary es una adolescente cuyo mundo se
derrumba después de la súbita desaparición de su madre. Su casual encuentro con
Jace, un chico al que solo ella puede ver, le lleva a descubrir que en realidad
ella pertenece a los Cazadores de Sombras, una raza medio humana medio
angelical que lucha contra los demonios que intentan conquistar el mundo
humano.
Crítica: Director de Comando Hamilton [1998] y de
Superagente Cody Banks [2003], Harald Zwart se mete en camisa de once varas con
una adaptación un tanto torpe y desgarbada de las novelas de Cassandra Clare, a
la que se ve el plumero en sus intenciones de perpetuar la estela de Crepúsculo
[Catherine Hardwicke, 2008] en cuanto a sagas adolescentes llevadas al cine,
intentando en vano mantener una atmósfera que la aparte de lo rutinario pero
yéndose de cabeza a una serie de clichés y topicazos que rozan el delirio (las
pautas, extremadamente marcadas para seguir la tradición de Star Wars, Episodio
IV: Una Nueva Esperanza [George Lucas, 1977], pero con ángeles y runas en vez de
Jedis y espadas de luz; Jared Harris, una especie de Obi-Wan Kenobi con
claustrofobia con la que el actor demuestra que incluso entre mediocridades
cinematográficas él consigue hacer un buen papel; el momento, delirante, en el
que se desvela cierta conexión entre Clary y Jace: básicamente una copia o
semiplagio a Los Serrano [2003] pero llevado a cotas mucho más elevadas).
Correcta pero sin brillar en demasía tanto en su fotografía como en su banda
sonora obra de un muy en esta ocasión anodino Atli Órvarsson, Cazadores de
Sombras: Ciudad de Hueso no consigue levantar el vuelo para salirse de las
sombras (valga la redundancia) de otras sagas adaptadas como Los Juegos del
Hambre [Gary Ross, 2012], en que a pesar de lo diferente de sus temáticas al
final todas se solapan entre si (Clary, descubriendo que sus recuerdos no son
exactamente como ella creía; Jace, hablando de su padre y de cierta lección que
le enseñó con un halcón; Jonathan Rhys Meyers, al igual que Harris, otra prueba
de que no está hecha la miel para la boca del asno, estando muy por encima de
la calidad de la película). Un trabajo flojo a marchas forzadas, con un final
entre lo imposible y lo absurdo, que da fe de su nula calidad.
La
Puntilla: Tanta novela de
“jóvenes adultos” al cine al final va a ser como el ántrax: en pequeñas dosis
nocivo; en grandes, pandémico.
Mi
Valoración
★★★★★
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