Senderos de Gloria [1957]

 Publicado El: Martes, 26-Sep-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0002217.

 Vista En: TCM, lunes 25 de septiembre de 2017.

 Título Original: Paths of Glory.

 Director: Stanley Kubrick.

 Guión: Stanley Kubrick, Calder Willingham y Jim Thompson, basado en la novela homónima de Humphrey Cobb, publicada en 1935. Género: Drama.

 Música: Gerald Fried. Fotografía: George Krause.

 Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Ilse Dubois

 Productora: Bryna Productions. Presupuesto: ±935.000 $.

 País: USA. Año: 1957. Duración: 88 minutos. B/N.

Reparto:	Personajes:
Kirk Douglas	Coronel Dax
Ralph Meeker	Cabo Philippe Paris
Adolphe Menjou	General George Broulard
George Macready	General Paul Mireau
Wayne Morris	Teniente Roget
Richard Anderson	Mayor Saint-Auban
Joseph Turkel	Soldado Pierre Arnaud
Susanne Christian	Chica cantante alemana
Jerry Hausner	Dueño de la cafetería
Bert Freed	Sargento Boulanger
Peter Capell	Juez del consejo de guerra
Emile Meyer	Padre Dupree

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 Argumento: En 1916, durante la Primera Guerra Mundial, el regimiento 701 de las tropas francesas es movilizado a una misión de conquistar la Colina de las Hormigas. Al fallar en la misión, el General Mireau convoca un consejo de guerra para juzgar al regimiento por cobardía, enfrentado por ello al Coronel Dax, que intenta por todos los medios parar el proceso judicial.

 Crítica: Realizador de El Beso del Asesino [1955] y Atraco Perfecto [1956], Stanley Kubrick da en el blanco en su destrucción sistemática de la clásica visión romántica y heroica de la guerra, poniendo del revés el género bélico con una extraordinaria puntería en el retrato de personajes magníficamente recreado en un elegante y casi expresionista blanco y negro, haciendo de Kirk Douglas un ciclón de interpretación (Dax, un coronel que ha visto demasiada guerra, que contempla impotente como la humanidad se va por el desagüe en un proceso tan absurdo como la misión encomendada; Mireau, un general con exceso de celo que vive en un mundo de fantasía: su ira ante el fracaso de una misión imposible dan fe de la incompetencia de unos líderes para los que la realidad es un concepto; el instante, fugaz y sutil que es inadvertido, del Padre Dupree diciendo a unos condenados a muerte “Es la voluntad de Dios”: la mayor muestra de sarcasmo de toda la película). Drama antibelicista que posee una fuerza única en la negrura de su entramado, Senderos de Gloria es una película hecha por y para ser mordaz e incisiva como el ácido clorhídrico, cuyo reparto de secundarios resulta tan ejemplar como surrealista en algunos pasajes (la negociación para decidir a quienes llevar finalmente a juicio para servir de escarmiento, un arbitraje de azar y malignidad combinados en toda su repugnancia; el inicio, mostrando en largos traveling sin cortes de cámara las trincheras y sus refugios, unos sótanos donde los soldados viven hacinados como ratas; el final, una escena patética, repelente y también desgarradora en su humanismo, gracias a una brevísima Susanne Christian: sin palabras). A falta de una palabra mejor, la cinta es una obra maestra con escenas brutales (el encaramiento de Dax con Broulard), e instantes de revolver la conciencia. El comentario de “Sus hombres han muerto muy bien” así lo prueba.

 La Puntilla: Lo malo de una guerra no es el idealismo de sus soldados; es la falta de moral de quienes los envían al combate.

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