Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 26 de
agosto de 2017.
Título Original: Hampstead.
Director: Joel Hopkins.
Guión: Robert Festinger. Género: Drama.
Música: Stephen Warbeck. Fotografía: Fiedrich Wiedemann.
Decorados: Clara Andrade. Vestuario: Liza Bracey.
Productoras: Ecosse Films, Motion Picture Capital y Scope
Pictures.
Presupuesto: [Desconocido].
País: Reino Unido. Año: 2017. Duración: 102 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Diane Keaton
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Emily Walters
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Brendan Gleeson
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Donald Horner
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James Norton
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Philip
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Lesley Manville
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Fiona
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Jason Watkins
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James Smythe
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Simon Callow
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El Juez
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Alistair Petrie
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Steve Crowley
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Peter Singh
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Xavier
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Alex Gaumond
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Mark Kasdan
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Will Smith
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Leon Rowlands
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Rosalind Ayres
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Susan
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Brian Protheroe
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Rory
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Emily Walters es una americana que vive en
Londres cuya amiga y vecina le propone, junto a las demás vecinas, una
propuesta para demoler un viejo hospital de un parque cercano. Pero cuando
Walters descubre que en el parque vive un ermitaño llamado Donald Horner, se
interesa por él y por su situación, animándole a luchar para que no sea
desahuciado de su casa.
Crítica: Melodrama mezclado con comedia diseñado a la
medida de sus dos estrellas protagonistas, el autor de Nunca es Tarde para
Enamorarse [2009] y Un Plan Brillante [2013] se inspira en la vida real del
real Harry Hallowes para montarse un film repleto de encanto y simpatía no
exento de unas cuantas y saludables situaciones absurdas, creadas ex profeso
para desatar las risas que compensen una nada pequeña vena de seriedad
(Walters, visitando la tumba de su marido por el aniversario de su muerte: algo
que debería ser solemne y melancólico y que en realidad resulta muy risible;
Horner, sincerándose con Walters acerca de lo que ha sido su vida y cómo fue a
parar en Hampstead: a grandes rasgos, Gleeson en su pura esencia
interpretativa; Fiona, la clase de vecina chismosa y estrafalaria que es mejor
tener a una cierta distancia). Un film con el que a sus 71 años Diane Keaton,
siempre la misma pero a la vez siempre diferente en cada nuevo papel, saca ese
animal escénico que la hace única, derrochando un encanto que muchas desearían,
a la vez que la banda sonora es tan sencilla como agradable (la cara de Walters
al leer el periódico, comprendiendo porque Fiona quiere que el hospital sea
demolido; las citas de Walters con James Smythe, un abogado que intenta
ayudarle pero al que las intenciones se las ve venir muy de lejos; el propio
juicio, con Horner dando fe de que, ermitaño o no, de tonto no tiene un pelo:
su careo con el fiscal es de nota). Sin descuidar su trama romántica {que la
tiene y mucha}, Una Cita en el Parque apunta maneras no solo como película
sobre el amor en la madurez si no como alegato de la dignidad de tener un
hogar, metiendo una puya nada sutil al respecto (la discusión de ambos sobre
vivir juntos). Y en tanto que el resto de actores acaban siendo meramente
satelitales, el final acaba sacando una sonrisa, dejándolo todo bien atado,
siendo entrañablemente tierno.
La Puntilla: ¿Pueden dos personas absolutamente
desastrosas juntarse de tal modo que en sus respectivos caos alcanzan el orden
perfecto?.
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