Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 1 de
febrero de 2014.
Título Original: American Hustle.
Director: David O. Russell.
Guión: David O. Russell y Eric Warren Singer. Género: Comedia.
Música: Danny Elfman. Fotografía: Linus Sandgren.
Decorados: Heather Loeffler. Vestuario: Michael Wilkinson.
Productoras: Columbia Pictures, Annapurna Pictures y Atlas
Entertainment.
Presupuesto: ±40.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 138 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Christian Bale
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Irving Rosenfeld
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Bradley Cooper
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Richie DiMaso
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Amy Adams
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Sydney Prosser
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Jeremy Renner
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Carmine Polito
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Jennifer Lawrence
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Rosalyn Rosenfeld
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Louis C.K.
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Stoddard Thorsen
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Jack Huston
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Pete Musane
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Michael Peña
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Paco Hernandez/Sheik Abdullah
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Shea Whigham
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Carl Elway
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Alessandro Nivola
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Anthony Amado
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Elisabeth Rohm
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Dolly Polito
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Paul Herman
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Alfonse Simone
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1978, Irving Rosenfeld y Sydney Prosser
son dos timadores de poca monta detenidos por Richie DiMaso, a los que coarta
para trabajar para él a fin de capturar a los peces gordos de la mafia de Nueva
Jersey. Pero la situación se va de las manos por la implicación del alcalde
Carmine Polito, y por Rosalyn, la inestable y temperamental ex mujer de
Rosenfeld.
Crítica: El equipo al completo que alumbró la
entrañablemente divertida El Lado Bueno de las Cosas [2011] vuelve a juntarse
para perpetrar una comedia salvaje y tan desquiciada como una impresionante
Jennifer Lawrence robando cada escena donde aparece por méritos propios
demostrando que su Óscar por el film de 2011 no es casual, y con unos
igualmente estupendos Christian Bale y Bradley Cooper formando un tándem de
primera (el instante en el que DiMaso remueve impunemente el postizo de
Rosenfeld, como señal de poder sobre él; la estrategia de DiMaso de presenta a
un falso jeque para negociar con Polito, de pronto comprometida debido a la
aparición de Victor Tellegio: un brevísimo Robert De Niro que le planta cara a
un Michael Peña que está de diez; Rosenfeld, unido a Prosser por amor como a
Rosalyn por el hijo que los dos tienen en común: la discusión de ambas chicas
en un aseo de mujeres por ese tema es tan desmadrado como el resto del film).
Ejemplar por la manera en que la película recrea el ambiente hortera
discotequera de los años 70 en el vestuario como en la música, y con un tono de
puro desquicie que va como anillo al dado, La Gran Estafa Americana se
convierte en un vehículo de puro lucimiento para sus actores, cuya trama acaba
siendo lo menos importante en la confusión que puede generar (la bronca de
DiMaso con sus superiores para lograr sus objetivos; el inicio, con Prosser y
Rosenfeld conociéndose, con éste último luciendo tripudo que mete miedo: ¿es
que Bale pasó el rodaje a donuts y bollería para estar así?; Rosalyn, prototipo
de buscaproblemas sin control alguno, obsesionada por recuperar al que sigue
considerando su marido). Con un final en el que los giros del guión ponen todo
en su sitio, el director entre otras de Tres Reyes [1999] crea un largometraje
apasionante, tan sumamente divertido y risible como el peinado rizado imposible
de Bradley Cooper.
La Puntilla: Con agentes como Richie DiMaso, el crimen
organizado debería retirarse tranquilamente. Es imposible ganarle en
ilegalidades.
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