Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 20 de mayo
de 2017.
Título Original: Tschick.
Director: Fatih Akin.
Guión: Lars Hubrich, Fatih Akin, Hark Bohm, basado
en la novela Tschick, de Wolfgang Herrndorf, publicada en 2010. Género: Drama.
Música: Vince Pope. Fotografía: Rainer Klausmann.
Decorados: Dorothee von Bodelschwingh. Vestuario: Anna Wübber.
Productoras: Lago Film, Bayerischer Rundfunk, ARD Degeto
Film, Rundfunk Berlin-Brandenburg, Studiocanal Film y Norddeutscher Rundfunk.
Presupuesto: [Desconocido].
País: Alemania. Año: 2016. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Tristan Göbel
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Maik Klingenberg
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Anand Batbileg
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Andrej ‘Tschick’ Tschichatschow
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Mercedes Müller
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Isa Schmidt
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Aniya Wendel
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Tatjana Cosic
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Anja Schneider
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Madre de Maik
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Uwe Bohm
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Padre de Maik
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Xenia Assenza
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Mona (secretaria del padre de Maik)
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Udo Samel
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Prof. Wagenbach
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Claudia Geisler
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Madre de familia numerosa
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Marc Hosemann
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Policía de pueblo
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Alexander Scheer
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El juez
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Aniya Wendel
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Tatjana Cosic
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Maik, un joven inadaptado del instituto,
suspira por Tatjana, la chica más popular del instituto. Su ajetreada vida
entre su alcohólica madre y su padre infiel cambia al conocer a Tschick, su
nuevo compañero de clase. Especialmente cuando, al quedar solo en casa un par
de días, Tschick aparece con un coche robado y ambos deciden lanzarse a la
aventura.
Crítica: Akin, autor de otras películas como Contra la
Pared [2004] y Al Otro Lado [2006], firma un precioso y a la vez inspirador
relato de aventuras en la forma de dos adolescentes limitando en lo borderline
en lo que es una road movie con todas las de la ley que funciona a base de ir
hilando un guión que hace de la extravagancia su arma principal para disparar
una serie de escenas que reflejan un mundo repleto de sorpresas y rarezas (el
inicio, con el propio Maik explicando su relación con su peculiar madre, una
mujer dominada por sus problemas de alcoholismo; Maik y Tschick, llegando a
casa de una madre de varios hijos donde son invitados a comer: algo en
apariencia sencillo pero que de golpe se revela como algo estrafalario; la
narración, deteniéndose en un punto culminante de la narración, dejando con el
corazón en un puño). De facturación sencilla y pequeña pero vitalista en todo
momento, el trabajo de sus jóvenes actores es la mejor carta de presentación
para una película con sabor a emoción y nostalgia, fantástico en la narración
como en la puesta en escena (Tschick, un chico cuyo aspecto y actitud le dan
aspecto de ser carne de presidio en un futuro cercano; el final, donde se
revela cierta promesa la cual se antoja preciosa pero demasiado larga; Aniya
Wendel, cuyo papel es demasiado escueto pero preciso en sus intenciones: la
chica perfecta que por la que todo chico suspiraría en el instituto).
Fotográficamente genial y de lo más encantador al igual que Mercedes Müller (su
Isa es genial por definición), Goodbye Berlín es un concierto en do mayor sobre
la búsqueda de identidad y de los primeros amores, dotado de una pátina que la
hace entrañable y muy alejada de amabilidades y condescendencias al estilo
Disney. Un largometraje para todas las edades, hecho para que los adolescentes
se identifiquen con Maik y sus amigos, y para hacer recordar a los que ya no
son adolescentes lo que era tener 14 años y sentir que el mundo era un lugar
enorme.
La Puntilla: La adolescencia es cometer errores,
enamorarse y vivir al límite cada día. ¿De qué sirve ser joven si no te
arriesgas a disfrutarlo?.
Mi
Valoración
★★★★★
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