“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Sin Alma

SIN ALMA


 En el punto álgido de En Tierra Peligrosa [Steven Seagal, 1994], un intrigado Forrest Taft se queda mirando a su imperturbable ex jefe y ex amigo, Michael Jennings, preguntándole confuso sobre qué se le puede decir a un hombre sin conciencia, al que la naturaleza y la vida le importan menos que nada. Algo parecido a otro instante álgido, esta vez en Collateral [Michael Mann, 2004], cuando un afectado Max le espeta a un asombrado Vincent sobre lo bajo que ha caído en la especie humana, al faltarle las piezas que se supone todos las personas tienen de serie, al ser incapaz de sentir remordimientos por ser un asesino a sueldo. Y es que, aunque cuesta creerlo (y eso es algo que el cine y la televisión han usado de múltiples modos en incontables de series y pelis), hay seres humanos que carecen de una respuesta emocional convencional, o que directamente ni siquiera la tienen, lo que les convierte en monstruos en su incapacidad de ponerse en la piel de los demás y de sentir el menor de los sufrimientos o compasión por otros. Desde Mentes Criminales [2005] pasando por tantas y tantas series policíacas, a incluso pelis de superhéroes como El Caballero Oscuro [Christopher Nolan, 2008], donde el Joker hace un discurso sobre la psicopatía que pone los pelos como escarpias delante de un quemado y muy perturbado Harvey Dent, la mítica frase de Goya, «el sueño de la razón produce monstruos», se ha convertido en una incómoda realidad debido a la gestación de gente refinada e inteligente, pero que desprecia toda vida salvo la suya, y que incluso en la tierna niñez se revelan como engendros sin alma (El Buen Hijo [Joseph Ruben, 1993]). Una condición que está más allá de toda posibilidad de redención y de reintegración en la sociedad, ya que su falta de sentimientos los despoja de la etiqueta de humanos. Porque como Max decía, hay piezas que vienen de serie. Y no hay prótesis para reimplantarlas.

 Nº De Serie: NC/TCM/00473. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Domingo, 2 de abril de 2017.

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