Vista En: Cines Odeón (Corvera), sábado 2 de julio de
2014.
Título Original: Tokarev.
Director: Paco Cabezas.
Guión: James Agnew y Sean Keller. Género: Drama.
Música: Laurent Eyquem. Fotografía: Andrzej Sekula.
Decorados: Collin Redmond. Vestuario: Critter Pierce.
Productoras: Patriot Pictures, Hannibal Classics, Hannibal
Pictures, Marco Polo Production, Saturn Films y Tokarev Production.
Presupuesto: ±21.000.000 $.
Países: USA y Francia. Año: 2014. Duración: 98 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Nicolas Cage
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Paul Maguire
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Rachel Nichols
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Vanessa
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Peter Stormare
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Frank O’Connell
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Danny Glover
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Detective Peter St. John
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Max Ryan
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Kane
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Michael McGrady
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Danny Doherty
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Judd Lormand
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Sr. White
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Max Fowler
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Mike
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Pasha D. Lychnikoff
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Chernov
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Ron Goleman
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Detective Hanson
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Aubrey Peeples
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Caitlin Maguire
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Elena Sanchez
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Lisa
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Paul Maguire es un ex delincuente
rehabilitado, devoto esposo de su mujer Vanesa y padre de la joven Caitlin.
Cuando ésta resulte asesinada en su propia casa durante una noche que ellos
habían salido, Maguire inicia una obsesiva búsqueda de venganza contra los
deseos de la policía y de sus ex compañeros del crimen, provocando una
verdadera hecatombe.
Crítica: Extraña combinación de cine negro y drama a
la gloria de un Nicolas Cage bordando uno de sus personajes más antihéroes y
oscuros de su carrera, encarnando a un hombre siempre moviéndose en el filo de
la navaja en una película que supone su reencuentro con Peter Stormare después
de Asesinato en 8mm [Joel Schumacher, 1998]. Un trabajo lucido en algunos
momentos y un tanto más flojeras en otros, pero que sobresale con algunas
secuencias de esas que buscan impactar por su desatada violencia (Maguire, en
una azotea, interrogando a su manera a un hombre en la esperanza de encontrar a
los que mataron a su hija; la reunión entre O’Connell y Maguire al poco de la
muerte de Caitlin, con el primero pidiéndole al segundo que no cometa una
tontería y explicándole porqué le dejó escapar del mundo del hampa: Stormare
está soberbio a las mil; sus tiranteces con el detective St. John, o un Danny
Glover ciertamente muy envejecido, aparentando 78 en vez de los 68 que tiene).
Un thriller poco amable que busca incomodar por lo crudo de su historia, con
una predominante carga de testosterona y que deja al elenco femenino reducido a
ser meras comparsas sin que su presencia importe demasiado (Vanessa, una Rachel
Nichols que ve impotente como su vida familiar se desmorona tanto por la
pérdida de Caitlin como por un marido dispuesto a todo para encontrar al
asesino; Maguire, sacando conclusiones sobre la identidad de éste a partir de
su arma usada: un giro de guión que iniciará un camino sin retorno para todos;
el clímax, que revisiona lo conocido para presentarlo desde una óptica
diferente: su intento de ser novedoso acaba por ser decepcionante). Un film
parcialmente bien construido, con algunos defectillos en su entramado, y un
epílogo de lo más aciago, revalidando lo peligroso que es seguir el sendero de
la venganza. Y Cage hace lo que mejor sabe: sobreactuar y hacerlo bien.
La Puntilla: La violencia tiene el “don” de que una vez
entras en su mundo ya nunca sales de él. Aun cuando creas haberla dejado atrás.
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