“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Matar a un Ruiseñor [1962]

 Publicado El: Miércoles, 1-Mar-2017. Nº De Serie: C25/TCM/0001623.
 Vista En: TCM, lunes 20 de febrero de 2017.
 Título Original: To Kill a Mockingbird.
 Director: Robert Mulligan.
 Guión: Horton Foote, basado en la novela homónima de Harper Lee, publicada en 1960. Género: Drama.
 Música: Elmer Bersntein. Fotografía: Russell Harlan.
 Decorados: Oliver Emert. Vestuario: Rosemary Odell.
 Productoras: Universal International Pictures, Pakula-Mulligan y Brentwood Productions. Presupuesto: ±2.000.000 $.
 País: USA. Año: 1962. Duración: 129 minutos. B/N.

Reparto:
Personajes:
Gregory Peck
Atticus Finch
Mary Badham
Jean Louise ‘Scout’ Finch
Phillip Alford
Jeremy ‘Jem’ Finch
John Megna
Dill Harris
Frank Overton
Sheriff Heck Tate
Rosemary Murphy
Maudie Atkinson
Estelle Evans
Calpurnia
Brock Peters
Tom Robinson
Paul Fix
Juez Taylor
Collin Wilcox
Mayella Violet Ewell
James Anderson
Bob Ewell
Robert Duvall
Boo Radley

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: En el pequeño pueblecito de Maycomb, Alabama, sus habitantes se sobresaltan cuando una de sus vecinas, Mayella Ewell, acusa a un hombre de color, Tom Robinson, de haberla violado. Esto no solo desata los odios del racismo en sus habitantes, si no que Atticus Finch, el abogado encargado del caso, intenta inculcar valores morales a sus dos hijos pequeños.

 Crítica: Extraordinaria adaptación de la novela de Lee de manos del autor de Perdidos en la Gran Ciudad [1960] y Cuando Llegue Septiembre [1961], cuya principal fuerza escénica es un Gregory Peck carismático y arrebatador 100%, sosteniendo él solo el peso de una producción que recrea con un elegantísimo blanco y negro los odios y las visceralidades de un pueblo sumido no solo en la pobreza, si no también en algunos de los peores instintos de la humanidad (Bob Ewell, un violento alcoholizado al que le dominan el odio y el racismo; sus ideas y venidas con Atticus Finch son un duelo en bandeja de plata de la razón contra la barbarie; el propio Finch, quintaesencia de bondad y de buen juicio, cuya relación con sus dos hijos es conmovedora: su explicación sobre el título de la película o el juicio son de una maestría fílmica total; Maycomb, en realidad Monroeville, Alabama, el típico pueblo donde todos se conocen y las puertas nunca se cierran: un escenario bucólico con más de un peligros). Partiendo en dos su trama principal de manera más que lograda, la cinta es una demoledora y despiadada lección sobre la moral, la ley y la justicia, con un par de imágenes dignas de pasar a la memoria colectiva (la sala del juicio, con los blancos sentados abajo y los negros arriba, sutil forma de representar la división latente en Maycomb; el propio proceso judicial, fascinante en sus detalles y en la forma en la que Finch desgrana los hechos, aún sabiendo que de poco servirá: sin ir más lejos, el interrogatorio a Mayella; Scout y Jem, dos niños a los que les toca aprender lo duro del mundo en un entorno opresivo: tanto Mary Badham como Philip Alford están impecables). Un largometraje al que es imposible ponerle taras ni defectos, que hacen de Matar a un Ruiseñor un trabajo que justifica la existencia del cine, brillante hasta lo indecible en su aleccionador guión. De esas historias que difícilmente se olvidan.

 La Puntilla: Es imposible hacer justicia cuando son los prejuicios y el odio los que dictan las leyes.
 Valora la crítica

 Valora la película

No hay comentarios:

Publicar un comentario