Vista En: Cines Cinebox (Corvera), 28 de enero de 2012.
Título Original: Underworld: The Awakening.
Directores: Måns Mårlind y Björn Stein, firmando como
Mårlind y Stein.
Guión: Len Wiseman, John Hlavin, J. Michael
Straczynski y Allison Burnett, basado en una historia original de Len Wiseman y
John Hlavin. Género: Fantástico.
Música: Paul Haslinger. Fotografía: Scott Kevan.
Decorados: Shane Vieau. Vestuario: Monique Prudhomme.
Productoras: Screen Gems, Lakeshore Entertainment, Saturn
Films, Sketch Films y UW4 Productions. Presupuesto: ±70.000.000 $.
País: USA. Año: 2012. Duración: 88 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Kate Beckinsale
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Selene
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Stephen Rea
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Dr. Jacob Lane
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Michael Ealy
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Detective Sebastian
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Theo James
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David
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India Eisley
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Eve
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Sandrine Holt
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Lida
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Charles Dance
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Thomas
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Kris Holden-Ried
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Quint
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Jacob Blair
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Oficial Kolb
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Catlin Adams
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Olivia
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Robert Lawrenson
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Policía portuario
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Wes Bentley
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Médico de Antigen
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Cuando la existencia de los vampiros y
licántropos fue revelada a los humanos, estos iniciaron una purga para acabar
con ellos. En su intento de huida, Selene es apresada y Michael muerto. Doce
años después, Selene es liberada de su encierro, encontrándose con un mundo
mucho más peligroso y con el deber de proteger a una niña, que resulta ser su
propia hija.
Crítica: Tercer largometraje para el binomio
Mårlind-Stein tras La Tormenta [2005] y La Sombra de los Otros [2010], que hace
lo contrario a Underworld: La Rebelión de los Licántropos [Patrick Tatopoulos,
2009] y no solo devuelve la acción al presente si no que además la proyecta
hacia un futuro incierto y amenazador, cambiando la guerra vampiros-licántropos
por una todavía más cruda (su prólogo: casi una alegoría de los nazis cazando
judíos, con cacerías y exámenes médicos para detectar a “los infectados” y
llevarlos al inevitable exterminio; el extraño juego de referirse a Michael
pese a que nunca se le ve por la pantalla, y cuando lo hace no parece ser Scott
Speedman; las visiones de Selene, conectada con alguien a nivel telepático).
Desdibujando un poco la línea entre amigos y enemigos y conservando la estética
azulona y apagada de su fotografía para elevar las dosis de acción y llegar a
niveles paroxísticos, la cuarta entrega de la eterna Selene es una más que
agradable película con alguna sorpresa que al final acaba siendo no tan
sorpresa, y un reparto en el que algunas caras encomiables (Charles Dance,
estupendísimo como Thomas, convertido a su pesar en lo que queda de un mundo en
decadencia; el final, con montaje paralelo entre dos peleas donde los
personajes salen volando de un lado a otro a base de golpes: realmente
espectacular; el enfrentamiento de la Dra. Lida con Jacob Lane al saber el
propósito de Eve: una mirada basta para entenderlo todo). Underworld: El
Despertar sigue y con nota la estela de sus antecesoras de mezclar el actioner
puro y duro con el drama intimista, a resultados desiguales (Eve, protestando a
su madre por su frialdad con ella; Lane, un doctor presto a matar a todo lo que
no sea humano; el instante en el que Selene se encuentra con algo realmente
enorme, prometiéndolas muy crudas). Un entretenimiento para pasárselo en
grande, marca de la casa.
La Puntilla: ¿Y se puede saber exactamente cómo los humanos
llegan a saber de vampiros y licántropos?. ¿Qué hicieron, anunciarlo en
televisión?.
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