Vista En: Cuatro, domingo 31 de diciembre de 2006.
Título Original: Switchback.
Director: Jeb Stuart.
Guión: Jeb Stuart. Género: Intriga.
Música: Basil Poledouris. Fotografía: Oliver Wood.
Decorados: Dena Roth. Vestuario: Betsy Heimann.
Productoras: Pacific Western, Paramount Pictures y Rysher
Entertainment.
Presupuesto: ±37.000.000 $.
País: USA. Año: 1997. Duración: 118 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Dennis Quaid
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Frank LaCrosse
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Danny Glover
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Bob Goodall
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Jared Leto
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Lane Dixon
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R. Lee Ermey
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Buck Olmstead
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William Fichtner
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Jack McGinnis
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Ted Levine
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Ayudante Nate Braden
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Walt Goggins
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Bud
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Maggie Roswell
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Fae
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Allison Smith
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Becky
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Julio Oscar Mechoso
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Jorge Martinez
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Kevin Cooney
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Grant Montgomery
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Leo Burmester
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Clyde ‘Shorty’ Callahan
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Frank LaCrosse es un agente del FBI que viaja
hasta Colorado en la idea de encontrar a un sádico asesino que ha matado a
varias personas en un motel. Al mismo tiempo que intenta capturarlo con la
ayuda del Sheriff Olmstead, un autoestopista llamado Lane Dixon es recogido por
Bob Goodall, emprendiendo ambos un viaje que tendrá imprevistas consecuencias.
Crítica: Ópera prima para Jeb Stuart, escritor del
guión de Jungla de Cristal [John McTiernan, 1988] y de otros actioners como En
Tierra Peligrosa 2 [Félix Enríquez Alcalá, 1997], que sin embargo y a pesar de
lo atractivo de su idea ésta pronto pierde fuelle a pasos agigantados,
dejándose llevar por los clichés y los tópicos del género y dejando la acción a
niveles de un mínimo necesario para condimentar su metraje aquí y allá y que el
guión se mueva ligeramente aunque sin armar demasiado ruido (la rivalidad entre
McGinnis y Olmstead en cuanto a seguir siendo Sheriff al haber elecciones:
Ermey y Fichtner están tan espléndidos como siempre aún cuando no siempre les
toca hacer de bueno; la actuación de Dennis Quaid, aparcando su habitual
simpatía y su sonrisa por la seriedad y el hieratismo del mejor Harrison Ford:
su proceder hosco y áspero o primera aparición en escena son buen reflejo de un
hombre en el filo de la navaja). Invernal en cuanto a fotografía y escenarios,
Stuart juega a dejar la intriga y dosificarla lo justo para no reventar las
sorpresas en el minuto uno, dando algo de margen para ir destapando a
posteriori sus secretos (el coche de Goodall, unas de esas cosas dignas de
meterlas en algún museo en cuanto a la decoración de la tapicería y el resto
del vehículo: impresionante pero de verdad; la cara del propio Goodall ante la
rápida reacción de Dixon por salvar a un desconocido; el instante en el que,
por fin, se revela quién de todos es el asesino: un epic moment de esos de
llevarse las manos a la cabeza o de un enorme sentimiento de incredulidad).
Tenso y enigmático en su final como a la vez expeditivo en sus maneras (el
encuentro a varias bandas en un tren en el que pasa de todo), Secuestro solo
hace de proporcionar un juego de pistas y enigmas, en un entretenimiento de
factura comedida que no va más allá de un simple ejercicio de polis y asesinos.
Para pasar el rato y nada más.
La Puntilla: La cosa prometía, pero la pifiaste revelando
al malo demasiado pronto. De revelarlo en el tren la cosa hubiese sido muy
distinta.
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