Vista En: Cines Ocimax (Gijón), lunes 16 de noviembre
de 2009.
Título Original: Moonwalker.
Directores: Jerry Kramer, Jim Blashfield y Colin Chilvers.
Guión: Michael Jackson y David Newman. Género: Fantástico.
Música: Bruce Broughton y Ladysmith Black Montazo. Fotografía: Thomas E. Ackerman, Robert E. Collins,
Frederick Elmes, Crescenzo G.P. Notarile y John Hora.
Decorados: Hal Gausman y Ronnie Reiss. Vestuario: Betty Madden.
Productoras: MJJ Productions y Ultimate Productions.
Presupuesto: ±22.000.000 $.
País: USA. Año: 1988. Duración: 93 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Michael Jackson
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Él mismo
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Joe Pesci
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Frankie LiDeo
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Kellie Parker
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Katie
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Sean Lennon
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Sean
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Brandon Quintin Adams
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Zeke ‘Baby Bad’ Michael
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Recopilación antológica de ocho videoclips de
Michael Jackson (“Man in the Mirror”, “Retrospective”, “Badder”, “Speed Demon”,
“Leave Me Alone”, “Smooth Criminal”, “Come Together” y “Closing Credits”) en
los que éste, haciendo de si mismo, termina enfrentándose a un capo del crimen
que busca convertirse en el mayor proveedor de droga a nivel mundial.
Crítica: Cinta para mayor gloria y lucimiento
artístico del Rey del Pop, que en verdad parece ser un gigantesco capricho del
propio Jackson en un conato de convertirse en actor, donde los momentos
fantásticos se van acumulando progresivamente a cada cual más alucinatorio,
pero que sin duda colmará las exigencias de los fans más acérrimos, siguiendo
la estela de videos como en Bad [Martin Scorsese, 1987] o su obra maestra
Thriller [John Landis, 1983] (la conversión de Michael en coche, un Lancia
Stratos Zero futurista que sería la envidia del mismo KITT por diseño; “Speed
Demon”, una mini-historia donde busca escapar de los fans y de los paparazzi,
mezclando toda clase de efectos y animación stop-motion: pura diversión con la
que es imposible no esbozar una amplia sonrisa; “Smooth Criminal”, un tributo
nada disimulado al cine de gangsters de los años 30 y 40 donde la coreografía
de Michael y sus bailarines es poco menos que perfecta). Ajustada en su
duración para garantizar que el aburrimiento no se asome ni un solo momento, la
banda sonora como el .0312 visual de la película se ajustan como un guante a la
figura de su estrella, que permanece de forma omnipresente sin que sus
cualidades como actor sean lo importante, si no sus canciones y una puesta en
escena (“Leave Me Alone”, u otro botón de muestra de la genialidad de Jackson
para confeccionar videos musicales surrealistas, con homenaje a su amiga
Elizabeth Taylor; Joe Pesci, pasándoselo en grande siendo uno de esos villanos
unidimensionales al que no se le pide una profundidad dramática). Moonwalker,
sin ser una joya del cine en su acabado, se deja ver como un trabajo sencillo y
entretenido para todas las edades gracias a la enorme simpatía de su propuesta
como a su falta de escatología. Un show hecho por y para el ex miembro de los
Jacksons Five y su capacidad para cantar y bailar. Puros años 80 a la enésima
potencia.
La Puntilla: Pasa de argumentos y virguerías metafísicas:
es Michael Jackson en su propio universo personal. Suficiente para ser
irrepetible.
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