Vista En: Cines Cinebox (Corvera), sábado 24 de
septiembre de 2005.
Título Original: Monster-In-Law.
Director: Robert Luketic.
Guión: Anya Kochoff. Género: Comedia.
Música: David Newman y Rosey. Fotografía: Russell Carpenter.
Decorados: Susan Mina Eschelbach. Vestuario: Kym Barrett.
Productoras: New Line Cinema, BenderSpink, Spring Creek
Productions y Kumar Mobiliengesellschaft mbH & Co. Projekt Nr. 1 KG.
Presupuesto: ±60.000.000 $.
Países: USA y Alemania. Año: 2005. Duración: 106 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jennifer Lopez
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Charlotte ‘Charlie’ Cantilini
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Jane Fonda
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Viola Fields
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Michael Vartan
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Dr. Kevin Fields
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Wanda Sykes
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Ruby
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Adam Scott
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Remy
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Monet Mazur
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Fiona
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Annie Parisse
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Morgan
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Will Arnett
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Kit
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Elaine Stritch
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Gertrude Fields
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Stephen Dunham
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Dr. Paul Chamberlain
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Wayne Nickel
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George
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Stephanie Turner
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Tanya Murphy, la cantante
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Charlie Cantilini es una joven que conoce al
doctor Kevin Fields, del que se enamora y con el que espera casarse para vivir
la vida juntos. Pero lo que no espera es que Viola, la madre de Kevin y antaño
una presentadora famosa de TV, hará cuanto pueda para evitar el enlace en la
creencia de que ella no es adecuada para su hijo, desatándose la guerra entre
ambas.
Crítica: Tercera película de Robert Luketic después de
Una Rubia muy Legal [2001] y El Chico de tu Vida [2004], en la que se reafirma
como un director de pocas luces para explotar todas las posibilidades de la
premisa, dejando a ésta en manos de sus dos protagonistas principales y dejando
algo cojo a su tercera arista, un Michael Vartan que escapa de la serie Alias
[2001] para ser el típico buenazo bien parecido y simpático en medio de una
pelea de gatas con todo lo que implica (Jane Fonda, volviendo a ser
protagonista de una peli después de Cartas e Iris [Martin Ritt, 1990], robando
la película como le sale de las narices: la entrevista a Tanya, una imitación
de Britney Spears, no es más paródica y esquizoide porque no puede; Charlie,
una chica para todo que tan pronto pasea perros como aspira a ser diseñadora de
ropa a la que J-Lo le imprime ese aire cándido y tierno tal que en Sucedió en
Manhattan [Wayne Wang, 2002]; Kevin, el perfecto hombre que toda chica querría
presentarle a sus padres que se pasa la película en una total inopia sobre lo
que pasa entre su madre y su novia). Dejando en niveles de una mínima
eficiencia su banda sonora y su fotografía como su puesta en escena, todo se
queda supeditado al carisma de la protagonista de Barbarella [Roger Vadim,
1968] y Klute [Alan J. Pakula, 1971], solo eclipsada en parte por la verborrea
de una Wanda Sykes cuya papel haría de merecer una película para ella sola
(Ruby, una asistenta con una lengua más afilada que una katana japonesa: su
comentario al saber Viola del noviazgo de su hijo con Charlie apunta maneras;
la aparición de la suegra de Viola, que explica muchas cosas en apenas
segundos; ésta y Charlie en un bar, dejando bien claras sus posiciones: una
declaración de guerra en toda regla). La Madre del Novio es un film predecible
hasta el extremo, pero que se deja ver como una diversión perversa con la mala
baba por bandera.
La Puntilla: ¿Sesenta millones por una película que en
principio no debía de costar ni veinte?. ¿Alguien me explica adónde va tanta
pasta?.
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