Vista En: Telecinco, lunes 29 de diciembre de 1997.
Título Original: Flash Gordon.
Director: Mike Hodges.
Guión: Lorenzo Semple Jr., basado en los personajes
creados en 1934 por Alex Raymond, adaptado por Michael Allin. Género: Ciencia Ficción.
Música: Howard Blake y Queen. Fotografía: Gil Taylor.
Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Danilo Donati.
Productoras: Starling Films y Dino De Laurentiis Company.
Presupuesto: ±20.000.000 $.
Países: Reino Unido y USA. Año: 1980. Duración: 111 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Sam J. Jones
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Flash Gordon
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Melody Anderson
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Dale Arden
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Max Von Sydow
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Emperador Ming
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Topol
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Dr. Hans Zarkov
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Ornella Muti
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Princesa Aura
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Timothy Dalton
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Príncipe Barin
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Brian Blessed
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Príncipe Vultan
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Peter Wyngarde
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Klytus
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Mariangela Melato
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Kala
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Richard O’Brien
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Fico
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John Hallam
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Luro
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Philip Stone
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Zogi
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Argumento: Flash Gordon, un famoso jugador de fútbol
americano, viaja al planeta Mongo junto a la periodista Dale Arden y al
profesor Hans Zarkov en el cohete de éste para luchar contra el Emperador Ming,
un tirano galáctico que amenaza con destruir la Tierra. Esto llevará a Flash a
buscar aliados en las distintas facciones de Mongo, que Ming mantiene peleando
entre si.
Crítica: Adaptación del célebre aventurero espacial en
la que Mike Hodges, el director de Asesino Implacable [1971] y El Hombre
Terminal [1974], juega con un extraño sentido de la space opera mediante una
bizarra ambientación y puesta en escena, notable tanto en sus escenarios como
en la banda sonora a cargo de Freddie Mercury y su grupo Queen, encargados de
darle el punto musical a una aventuras con detalles de guión a medio camino de
la comedia surrealista y otro medio de una odisea espacial que recuerda a La
Guerra de Las Galaxias (el personaje de Klytus, una mezcla imposible entre
Darth Vader y Dr. Muerte, el supervillano de Marvel Comics; el triángulo
amoroso que se establece entre Flash, Dale Arden y la princesa Aura, una
bellísima Ornella Muti a la que su hortera vestuario no le hace justicia; Ming,
un villano amante de intrigar a base de calumnias para así mantener a los
príncipes del planeta ocupados y que no se le enfrenten: las pintas de Max Von
Sydow son de esas para llevarse las manos a la cabeza). Interesante en la
elección del reparto, a destacar un excesivo sobrio Timothy Dalton y un
excesivamente jovial Brian Blessed así como un alocado Topol, el de El
Violinista en el Tejado [Norman Jewison, 1971], la película mantiene de forma
irregular sus distintas tramas, dando como resultado un trabajo con una
estética entre camp y serie B que desluce en su desmelenada apariencia (Vultan
y sus hombres-pájaro volando por el cielo de Mongo, algo que evoca a la
igualmente estrafalaria Barbarella [Roger Vadim, 1968]; el palacio de Ming, un
desfile de coloristas alienígenas a cada cual más extravagante: lo del partido
improvisado no es más delirante porque no puede; Zarkov, explicando su método
para eludir el control mental de Ming: sin palabras). Un trabajo que, a pesar
de su intento de ir de serio y trascendente, es imposible no verlo sin echarse
unas buenas risas con él.
La Puntilla: Entre la cara de Klytus, los trajes de Ming y
el rubio oxigenado de Flash, no son necesarias drogas para tener alucinaciones.
Mi
Valoración
★★★★★
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