“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Alguien Mueve los Hilos [1994]

 Publicado El: Jueves, 8-Dic-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0001272.
 Vista En: TVE-1, domingo 20 de abril de 1997.
 Título Original: The Puppet Masters.
 Director: Stuart Orme.
 Guión: Ted Elliott, Terry Rossio y David S. Goyer, basado en la novela Amos de Títeres, de Robert Heinlein, publicada en 1951. Género: Ciencia Ficción.
 Música: Colin Towns. Fotografía: Clive Tickner.
 Decorados: Cloudia Rebar. Vestuario: Tom Bronson.
 Productoras: Hollywood Pictures. Presupuesto: [Desconocido].
 País: USA. Año: 1994. Duración: 109  minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Donald Sutherland
Andrew Nivens
Eric Thal
Sam Nivens
Julie Warner
Mary Sefton
Keith David
Alex Holland
Will Patton
Dr. Graves
Richard Belzer
Jarvis
Tom Mason
Presidente Douglas
Yaphet Kotto
Ressler
Gerry Bamman
Viscott
Sam Anderson
Culbertson
J. Patrick McCormac
Gidding
Marshall Bell
General Morgan

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Una división científica del gobierno viaja a un pequeño pueblo de USA, atraídos por la historia del posible aterrizaje de un OVNI. Lo que en principio parece un fraude se revela como auténtico al descubrir que se trata de una especie de pequeños alienígenas que se adhieren a la espalda de los seres humanos para controlarlos tanto física como mentalmente.

 Crítica: Segunda película de Stuart Orme después de Tierra de Lobos [1989] con la que el veterano director para TV firma un trabajo más que espléndido gracias exclusivamente a un magnífico Donald Sutherland, ya veterano en las lides invasoras tras La Invasion de los Ultracuerpos [Philip Kaufman, 1978], al lado de un muy interesante Eric Thal y una guapa y estupenda Julie Warner, en una trama entre médico, científico y fantástico a partes iguales (el inicio, con tres chicos jugando a lanzarse un frisbee: un instante de relajación que termina de la manera más espectacular posible; la entrevista de los Nivens y Shelton con un periodista, en que la ausencia de mirar un escote desata las suspicacias de que algo no va bien: un epic moment para reflejar la clase de peligro a derrotar). Una intriga que funciona de maravilla tal como ocurría en la película de Kaufman, en el que los infiltrados aparecen y desaparecen por doquier, manteniendo de ese modo el suspense para transformar a cualquiera en infiltrado potencial, y a cualquier situación, por anodina que sea, en una angustiosa sorpresa detrás de otra (padre e hijo, en una charla a tres bandas después que un parásito mantiene preso a uno de los dos; Sam y Mary en casa del primero, a punto de tener un momento íntimo, interrumpido de manera súbita; el experimento de Shelton y Graves con unos simios, que no hace si no poner los pelos de punta). Eficiente en principales como Thal, el rabino Ariel de Una Extraña Entre Nosotros [Sidney Lumet, 1992] y en secundarios como Keith David, también habituado a los aliens tras La Cosa: El Enigma de Otro Mundo [John Carpetner, 1982], Alguien Mueve los Hilos vuelve a reincidir, y de manera precisa y sensacional, en el miedo a perder la identidad y quedar controlados por algo de otro mundo. Una película con un duelo final un tanto interesante y un cierre algo endeble, pero un contenido más que estupendo.

 La Puntilla: El alien de Ripley era gigantesco y mataba a diestro y siniestro. Éste mete más miedo porque pasa de matarte. Prefiere controlarte.

 Mi Valoración
 ★★★★★

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