Vista En: TVE-1, domingo 4 de mayo de 1997.
Título Original: Unforgiven.
Director: Clint Eastwood.
Guión: David Webb Peoples. Género: Western.
Música: Lennie Niehaus. Fotografía: Jack N. Green.
Decorados: Janice Blackie-Goodine. Vestuario: Joanne Hansen y Carla Hetland.
Productoras: Warner Bros. y Malpaso Productions.
Presupuesto: ±14.400.000 $.
País: USA. Año: 1992. Duración: 131 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Clint Eastwood
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William ‘Bill’ Munny
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Gene Hackman
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Little Bill Daggett
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Morgan Freeman
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Ned Logan
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Richard Harris
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Bob el Inglés
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Jaimz Woolvett
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Schofield Kid
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Saul Rubinek
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W.W. Beauchamp
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Frances Fisher
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Strawberry Alice
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Anna Thomson
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Delilah Fitzgerald
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David Mucci
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Quick Mike
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Rob Campbell
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Davey Bunting
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Anthony James
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Skinny Dubois
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Tara Dawn Frederick
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Little Sue
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: En 1880 William Munny, un antiguo
delincuente, viudo y con dos hijos, abandona su retiro cuando una chica acude a
verle para pedirle justicia por una joven prostituta agredida en el pueblo de
Big Whiskey. Buscando la ayuda de un amigo suyo y de un joven pistolero, los
tres se encaminan hacia Big Whiskey, donde se las tendrán que ver con su
sheriff, Little Bill.
Crítica: Asumiendo las tareas de director y actor,
Clint Eastwood realiza un western apasionante sobre venganza y redención, de
corte crepuscular y con el siempre excepcional Lennie Niehaus en temas de banda
sonora, en el que se rinde un más que sentido homenaje a los spaghetti westerns
que Eastwood rodó con Sergio Leone como Por Un Puñado de Dólares [1964],
encontrando y por la puerta grande una calidad humana asombrosa, en un elenco
impecable (el enfrentamiento entre Little Bill y Bob el Inglés, en que sin
sacar las armas resulta tanto o más tenso que si simplemente se liasen a
disparar: tanto Gene Hackman como Richard Harris están de un soberbio
incuestionable; Schofield Kid, teniendo que decidir entre la vida y la muerte
en un momento bastante indecoroso, o el sutil ejemplo de que no todos en el
salvaje oeste eran unos sádicos asesinos; el ataque a Delilah, brutal y
descarnado, cuyas posteriores marcas, tanto internas como externas, son
ciertamente desagradables). Muy interesante en uno o dos secundarios como Saul
Rubinek, y manteniendo ese aire triste y deprimente salpicado con un par de
instantes de humor, lo cierto es que la película es casi un canto del cisne del
género western por su nivel de maestría cinematográfica, cuya fuerza es
sencillamente brutal (Little Bill, hablando a Beauchamp sobre lo que el era el
Salvaje Oeste y algunos de los más importantes pistoleros, desmontando mitos a
pasos agigantados; William Jr., un muy pequeño Shane Meier, preguntando a su
hermana si su padre se dedicaba a matar gente: descorazonador en su inocencia;
el crucial momento en el que Logan descubre a su pesar que ya no es capaz de
arrebatar una vida como lo hacía antes: Morgan Freeman es de quitarse el
sombrero). Vibrante como paroxístico en su final, Sin Perdón es un largometraje
perfecto y lento pero seguro en sus pasos de convertirse en un clásico por
derecho propio.
La Puntilla: Me dan pena todas las películas del oeste que
salgan después de ésta. Sencillamente porque jamás podrán igualarla ni
superarla.
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