Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), jueves 6 de junio
de 2013.
Título Original: The Hangover Part III.
Director: Todd Phillips.
Guión: Todd Phillips y Craig Mazin. Género: Comedia.
Música: Christophe Beck. Fotografía: Lawrence Sher.
Decorados: Gene Serdena. Vestuario: Louise Mingenbach.
Productoras: Green Hat Films y Legendary Pictures.
Presupuesto: ±103.000.000 $.
País: USA. Año: 2013. Duración: 100 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Bradley Cooper
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Phil
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Ed Helms
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Stu
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Zach Galifianakis
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Alan
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Justin Bartha
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Doug
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Ken Jeong
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Sr. Chow
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John Goodman
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Marshall
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Melissa McCarthy
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Cassie
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Jeffrey Tambor
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Sid
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Heather Graham
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Jade
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Mike Epps
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Doug negro
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Sasha Barrese
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Tracy
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Jamie Chung
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Lauren
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Después de el Sr. Chow se fugue de la cárcel,
un mafioso de Las Vegas, Marshall, secuestra a Doug para que Phil, Alan y Stu
recuperen para él los 21 millones de dólares en lingotes de oro que Chow le
robó justo antes de que le metieran en prisión. Gracias a Alan logran dar con
Chow, pero esto les llevará a la ciudad que juraron nunca volver a pisar: Las
Vegas.
Crítica: Rematada en bajo, que no en alto, de la
trilogía iniciada en 2009 y que esta vez no copia la fórmula de las dos
anteriores si no que se inventa otra totalmente distinta que no termina de
funcionar como debiera, causando que el film pierda poco a poco el interés a
pesar de que intenta mantener el mismo nivel de surrealismo antes visto (Alan,
viajando por carretera con una mascota muy peculiar, cuyo final es desagradable
hasta decir basta; el inicio en el que Chow, encarcelado, se las ingenia para
salir y volver a las andadas: sin la locura de Ken Jeong a la saga le falta ese
componente de caos absoluto que solo él sabe darle; John Goodman, cuyo
personaje enlaza con la primera parte gracias al Doug negro: otro de esos
papeles de malo malote hechos por y para él). Guardándose algún que otro as en
la manga como la reaparición de Heather Graham en su papel de Jade o cierto
intento de meter drama sin necesidad, Phillips dirige una película que en
verdad prueba que la química y la chispa de antaño se ha convertido en pólvora
mojada, lo que convierte a la película en un producto de menor calado y en un
cierre de trilogía digno por la mínima, pero que se queda a mucha distancia de
lo que podría haber dado (Doug, por tercera vez víctima propiciatoria: ¿pero
qué hace este tío que es siempre quien las liga todas a las malas?; el asalto
para robar los lingotes de una casa en México, que se guarda consecuencia
inesperadas; un personaje, difuminado y al fondo del encuadre, cayendo víctima
de un infarto: ¿en serio era necesario hacer semejante faena?). Una película
que, por derecho propio, acaba convertido en una sombra de si misma, a la que
la falta convicción o le sobra timidez en su intento por no seguir el camino
establecido previamente. A la postre, y aunque su escena final debería inspirar
más películas, R3sacón es de todo menos resacón. En realidad, solo es reseca
por falta de jugo.
La Puntilla: ¿Tres pelis para por fin descubrir quién era
el puñetero Marshall de las pelotas?. Anda que no sois calmosos ni nada,
colegas.
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