Vista En: PelículasYonkis, domingo 3 de enero de 2010.
Título Original: Doctor Modrid.
Director: Charles y Albert Band.
Guión: C. Courtney Joyner, basado en una idea
original de Charles Band. Género: Fantástico.
Música: Richard Band. Fotografía: Adolfo Bartoli.
Decorados: Nicki Roberts. Vestuario: Zeca Seabra.
Productora: Full Moon Entertaintment. Presupuesto: ±2.000.000 $.
País: USA. Año: 1992. Duración: 74 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Jeffrey Combs
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Dr. Anton Mordrid
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Yvette Nipar
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Samantha Hunt
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Jay Acovone
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Tony Gaudio
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Keith Coulouris
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Adrian
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Ritch Brinkley
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Gunner
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Brian Thompson
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Kabal
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Pearl Shear
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Sara Golden
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Murray Rubin
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Sr. Berstein
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Jeff Austin
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Detective Levitz
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John Apicella
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Morrie
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Julie Michaels
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Irene
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Scott Roberts
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Bombero
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: El Dr. Mordrid es un hechicero que protege el
planeta Tierra de amenazas mágicas procedentes de otras dimensiones. Tras saber
que Kabal, un terrible brujo, se ha fugado de la cárcel donde estaba atrapado,
Mordrid intentará hallar la manera de que no abra las puertas del infierno,
contando para ello con la ayuda de Samantha Hunt, una asesora de la policía.
Crítica: Padre e hijo Brand dirigen una curiosa
propuesta con claros indicios de serie B altamente disfrutable en lo que se ve
claramente como un intento fallido de adaptar al personaje de Marvel Cómics Dr.
Extraño, conocido como el Hechicero Supremo de las Artes Místicas, papel que va
a un Jeffrey Combs que se toma el encargo como una mezcla entre un drama
shakesperiano y la pose de Adam West en sus tiempos de la serie Batman [1966],
dentro de una película extrañamente corta y luciendo algunos detalles
imposibles (el tributo alocado puramente camp a Ray Harryhausen, con dos
dinosaurios esqueletos peleando entre sí; la descripción de Kabal, un villano
unidimensional al que da vida el sobreactuadísimo Brian Thompson, veterano en
hacer villanos como el de Cobra, el Brazo Fuerte de la Ley [George Pan
Cosmatos, 1986]; Gaudio, el poli más cretino y cargante que se recuerde,
encarnado por otro cretino y cargante Jay Acovone). Luciendo un vestuario en
exceso recargado al estilo hortera noventera, sus efectos especiales y cierta
ambientación se agradecen para darle algo de entidad a un largometraje la que
se le escapa la fuerza en sus puntos flacos, reduciendo lo excelente del
acabado final para dejarlo en niveles mínimos y entrañables en sus limitaciones
(los esbirros de Kabal, dos tarugos de medio pelo cuyo único interés consiste
en saber como hacen para vivir ante su falta de neuronas; las esporádicas
apariciones de una especie de prisión interdimensional, suspendida en mitad de
ninguna parte; la casa de Mordrid, casi un homenaje a las vistas de El Cuervo
[Roger Corman, 1963], no por casualidad protagonizada por Vincent Price
{inspiración real de Strange}). Simpática pero limitada, divertida por su falta
de complejos y atractiva por la belleza de Yvette Nipar, Doctor Mordrid es una
rareza que juega a eso de ‘lo que pudo ser y no fue’. Una película irrisoria,
aunque a la vez estimable.
La Puntilla: Como película se queda corta. Como capítulo
de serie se queda larga. ¿Exactamente cuál era el propósito de rodar esto?.
Mi
Valoración
★★★★★
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