“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Wall·E, Batallón de Limpieza [2008]

 Publicado El: Jueves, 15-Sep-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000895.
 Vista En: Cines Cinebox (Corvera), domingo 10 de agosto de 2008.
 Título Original: Wall·E.
 Director: Andrew Stanton.
 Guión: Andrew Stanton y Jim Reardon, basado en una historia original de Andrew Stanton y Pete Docter. Género: Animación.
 Música: Thomas Newman. Dirección Artística: Bert Berry.
 Productoras: Walt Disney Pictures y Pixar Animation Studios.
 Presupuesto: ±180.000.000 $.
 País: USA. Año: 2008. Duración: 98 minutos. Color.

Voces Originales:
Personajes:
Ben Burtt
Wall·E/M-O
Elissa Knight
Eva
Jeff Garlin
Capitán
Fred Willard
Shelby Forthright
MacInTalk
Auto
John Ratzenberger
John
Kathy Najimy
Mary)
Sigourney Weaver
Timón de la nave
Teddy Newton
Bots mayordomos

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: En un futuro lejano, Wall·E es un robot de limpieza que intenta limpiar un deshabitado planeta Tierra de basura. Cuando una nave aterriza y de ella surge un pequeño robot, Eva, Wall·E intentará impresionarla sin saber que esto le llevará a seguirla al espacio, hasta una gigantesca nave espacial donde se encontrará con una imparable multitud de peligros.

 Crítica: Segunda película en solitario para Andrew Stanton tras Buscando a Nemo [2003], en la que el co-director de Bichos. Una Aventura en Miniatura [1998] se saca de la chistera una obra de arte del cine cuyos primeros treinta  minutos son, más allá de un espléndido homenaje al cine mudo de los años 20 y 30, una puñalada al corazón del espectador, extrapolando hasta sus últimas consecuencias el problema de la contaminación (Wall·E, formando inmensas montañas de chatarra, con la tierra convertida en un páramo de basura: una visión negrísima {¿certera?} del futuro del planeta; el diseño del propio robot, de una perfección total en que no hay detalle de él que no tenga uso, como si lo hubieran creado ‘de verdad’; el instante en el que, a punto de entrar en su casa, algo capta su atención: una intriga fenomenal). Teniendo al otro fiel de la balanza a otro robot cuya química entre ambos da para cualquier tipo de situaciones, la película pierde un poco de fuerza conforme avanza su historia, pero ésta remonta lo bastante para que el interés se mantenga, esbozando unas trazas más interesantes de lo que parece en un principio (los humanos a bordo de la nave, enfrascados en unas pantallas ante ellos, incapaces de ver más allá de sus narices; su extraño aspecto abotargado y rechoncho, de una esfericidad más que chocante; las intermitentes apariciones de Fred Willard, estupendo pese a lo reducido de su papel). Cómica hasta lo indecible pero sin renunciar a su componente de drama, el guión tiene una fuerza aplastante y una habilidad de cirujano para, en lo reducido de su duración, enamorar con dos personajes que, sin ser humanos, derrochan humanidad (Wall·E, buscando objetos raros; sus intentos para llamar la atención de Eva; el instante en que Wall·E es sobrepasado por las circunstancias: terrible). Emocionante a la par que fantástica, Wall·E es un prodigio tras otro. Hasta en sus créditos finales.

 La Puntilla: Da igual la edad que uno tenga: el que no se emocione ante algo como esto, o no es humano, o directamente es que está muerto.
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