Vista En: Cines Marta & María (Avilés), martes 13
de noviembre de 2012.
Título Original: Ruby Sparks.
Directores: Jonathan Dayton y Valerie Faris.
Guión: Zoe Kazan. Género: Comedia.
Música: Nick Urata. Fotografía: Matthew Libatique.
Decorados: Matthew Flood Ferguson. Vestuario: Nancy Steiner.
Productoras: Fox Searchlight Pictures y Bona Fide Productions.
Presupuesto: ±8.000.000 $.
País: USA. Año: 2012. Duración: 104 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Paul Dano
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Calvin Weir-Fields
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Zoe Kazan
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Ruby Sparks
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Chris Messina
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Harry Weir-Fields
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Annette Bening
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Gertrude
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Antonio Banderas
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Mort
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Aasif Mandvi
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Cyrus Modi
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Steve Coogan
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Langdon Tharp
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Toni Trucks
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Susie
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Deborah Ann Woll
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Lila
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Elliott Gould
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Dr. Rosenthal
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Alia Shawkat
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Mabel
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Jane Anne Thomas
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Saskia
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Calvin Weir-Fields es un escritor cuya
primera novela ha sido un éxito total, pero que se encuentra bloqueado para
hacer una segunda. Tras soñar varias veces con la misma chica, decide escribir
sobre ella alentado por su terapeuta, solo para encontrarse con que al día
siguiente, ella ha cobrado vida propia, teniendo poder para cambiarla según
escriba más sobre ella.
Crítica: Los responsables de Pequeña Miss Sunshine
[2006] vuelven a la carga con una interesante fábula que no es si no una
versión modernizada del mito griego de Pigmalión y Galatea, que saca el máximo
jugo tanto a Paul Dano y a Zoe Kazan por partida doble, tanto en la química de ambos,
pareja en la vida real, como en la propia Kazan, firmante de un guión que sirve
para validar el gran talento heredado de su abuelo, el director de clásicos
como Un Tranvía Llamado Deseo [1951], La Ley del Silencio [1954] y Al Este del
Edén [1955] (el terror de Calvin al encontrar a Ruby en su casa como si tal
cosa: su posterior huida por las calles de Los Ángeles está muy bien hecha; el
detalle de Kazan como guionista de nunca explicar cómo o porqué Ruby cobra
vida, evitando meterse en camisa de once varas; Dano, retratando con una
sobrada fuerza a ese escritor atrapado por su propio éxito). Minimalista en
medios como en sus distintos escenarios, parte del encanto y frescura de la
película recae en los hombros de Annette Benning y Antonio Banderas (dos espíritus
libres para los que la vida es una especie de fiesta continua: tanto uno como
otro están de nota), así como los giros narrativos para entrar con habilidad en
el mundo del escritor y como la creación puede apoderarse del creador (Calvin,
celándose de Ruby debido a su empatía con la gente, a diferencia de la
introversión de él; el instante en que Calvin le cuenta a su hermano el secreto
de Ruby: Chris Messina da la sensación de divertirse de lo lindo con su
personaje; los fallidos y variados intentos de “arreglar” a Ruby, que acaban
teniendo consecuencias mucho peores). Aunque el final parezca perder esa fuerza
que se deja sentir a lo largo de su metraje, Ruby Sparks es una comedia
vitalista y entusiasta en la que, con ese matiz fantástico, se juega a mezclar
ilusión y realidad con un punto de locura nada desdeñable. Una gozada de peli,
la mar de simpática.
La Puntilla: Es increíble lo tontos que somos que aún
teniendo la perfección delante nuestra no la reconocemos. Aún cuando nosotros
la hicimos.
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