Vista En: Cines Marta & María (Avilés), sábado 8 de
noviembre de 2003.
Título Original: Matrix Revolutions.
Director: Larry y Andy Wachowski.
Guión: Larry y Andy Wachowski. Género: Ciencia Ficción.
Música: Don Davis. Fotografía: Bill Pope.
Decorados: Brian Dusting. Vestuario: Kym Barrett.
Productoras: Warner Bros., Village Roadshow Pictures, NPV
Entertainment y Silver Pictures. Presupuesto: ±150.000.000 $.
Países: USA y Australia. Año: 2003. Duración: 129 minutos. Color.
Reparto:
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Personajes:
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Keanu Reeves
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Neo
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Laurence Fishburne
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Morpheus
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Carrie-Anne Moss
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Trinity
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Jada Pinkett Smith
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Niobe
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Harry Lennix
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Comandante Lock
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Nona Gaye
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Zee
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Harold Perrineau
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Link
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David Roberts
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Roland
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Lambert Wilson
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Merovingio
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Hugo Weaving
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Agente Smith
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Anthony Zerbe
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Consejero Hamann
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Copllin Chou
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Seraph
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(Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)
Argumento: Mientras las máquinas están a punto de llegar
a Sión para lanzar el ataque final, Neo se encuentra perdido a medio camino
entre la realidad y Matrix. Rescatándolo gracias a Trinity y Morfeo, Neo se
encuentra que debe llegar a la Ciudad de las Máquinas para poner fin a la
guerra, sin saber que el Agente Smith ha cruzado a la realidad y va en su busca
para matarlo.
Crítica: Desmelene visual que da punto y final a la
trilogía iniciada en 1999, en la que la acción y el descontrol del guión son la
tónica dominante para dar un ejercicio de cine en el que la contención es solo
un concepto, insertando unas larguísimas secuencias de acción que visualmente
son impresionantes, y a las que le falta sustancia por lo vacío que resultan en
cuanto a intenciones (el clímax final, o lo que es lo mismo: una pelea entre
Goku y Vegeta pero en versión futurista y pasada por agua; las máquinas,
llegando por fin a Sión: un brutal asalto en toda regla que no deja títere con
cabeza y donde la tensión sube geométricamente según las máquinas sueltan su
potencial destructivo; Trinity, Morfeo y Seraph, visitando una discoteca: ¿cómo
es posible que solo cinco segundos de Mónica Bellucci exciten más que tres
películas de romance entre Keanu Reeves y Carrie Anne Moss?). A pesar de que
siguen intentando el meter filosofadas que cuajen en la trama pero que acaban
siendo difíciles de creer, los Wachowski se dan al más difícil todavía mediante
tragedia y acción en una epopeya en la que la actuación o bien queda
sobreactuada, o bien de lo más torpe e innecesaria, lo que hace flojear su
contenido peligrosamente (Lock: tan repelente como en Matrix Reloaded, si no
más; Smith, poniéndose a reír tras cierta “asimilación”: tan falso que asusta;
la muerte de uno de los personajes, eterna como un día sin pan). Matrix
Revolutions cierra la historia de un modo que se va hacia un cierto tono mucho más
blando y reconciliador de lo esperado, echando por tierra parte de su esencia
pero manteniendo la dignidad por el duelo Neo-Smith que salpica su metraje (los
diálogos acaban siendo mucho más interesantes que la cantidad de megapuñetazos
que se dan alegremente). Un film que, a medio camino de su potencial, da el
broche de oro necesario para dejarlo todo bien atado. Y la jugada no va más,
señores.
La Puntilla: Siempre dicen que las terceras partes son las
más flojitas. Pues mira tú: Matrix Revolutions no es la excepción a la regla.
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