“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

La Semilla del Diablo [1968]

 Publicado El: Jueves, 16-Sep-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000900.
 Vista En: TCM, lunes 8 de agosto de 2016.
 Título Original: Rosemary’s Baby.
 Director: Roman Polanski.
 Guión: Roman Polanski, basado en la novela El Bebé de Rosemary, publicado en 1967. Género: Terror.
 Música: Christopher Komeda. Fotografía: William Fraker.
 Decorados: Robert Nelson. Vestuario: Anthea Sylbert.
 Productora: William Castle Productions. Presupuesto: ±2.300.000 $.
 País: USA. Año: 1968. Duración: 136 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Mia Farrow
Rosemary Woodhouse
John Cassavetes
Guy Woodhouse
Ruth Gordon
Minnie Castevet
Sidney Blackmer
Roman Castevet
Maurice Evans
Hutch
Ralph Bellamy
Dr. Abraham Sapirstein
Angela Dorian
Terry
Patsy Kelly
Laura-Louise
Elisha Cook
Sr. Nicklas
Emmaline Henry
Elise Dunstan
Charles Grodin
Dr. Hill
Hanna Landy
Grace Cardiff

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Guy y Rosemary Woodhouse son un matrimonio que se mudan a un viejo edificio donde empezar su vida de casados. Su vida apacible cambia tras conocer a un matrimonio de venerables ancianos, los Castevet, los cuales se interesan por Rosemary tras su embarazo, tanto que comienza a sospechar que en realidad son unos brujos que quieren hacer daño a su bebé.

 Crítica: Después de su comedia sobrenatural El Baile de los Vampiros [1967], Roman Polanski cambia de forma radical de registro para dirigir una película con un enorme poder para la sugerencia y una malévola atmósfera disfrazada de cordialidad, todo ello focalizado en una angelical Mia Farrow cuya catarsis interpretativa abarca cada una de las emociones existentes (el principio, con ella y Guy felices por emprender su nueva vida; su progresiva paranoia hacia sus vecinos en su excesiva amabilidad hacia ella; el momento en que duda de si está soñando o está viviendo algo real y por tanto, terrorífico, donde unos ojos anticipan malévolas intenciones). Elegante en su puesta en escena como en el vestuario de todos sus actores, John Cassavetes está más que notable en un papel que le viene como anillo al dedo, dando pistas para crear algunas dudas razonables, y su banda sonora ayuda a conferir todavía más malignidad a su conjunto (Guy: ¿abnegado marido o un crápula dispuesto a todo solo por el ideal de “fama y fortuna”?; la manera, paulatina y envolvente, en que los Castevet y sus amigos van cercando el entorno a los Woodhouse, creando una ratonera de la que no parece haber salida; Rosemary, jugando con letras del Scrabble para resolver un anagrama). Aunque muchos de sus pasajes poseen cierta lentitud narrativa en que parece que no esté pasando nada o que son irrelevantes, Polanski adapta majestuosamente la novela de Levin para rodar un largometraje turbio de necesidad (su acto final, repleto de revelaciones) y un más que magnífico ejercicio de terror aliñado con terror psicológico (Guy y Rosemary, escuchando unos cantos al otro lado de su dormitorio; el aspecto enfermo de Rosemary, como si el bebé tuviera en ella unos nocivos efectos). Por encima de su lenta parsimonia, La Semilla del Diablo es una propuesta de terror bien pensada, mejor ejecutada, perturbadora hasta lo indecible.

 La Puntilla: Si de repente todos tus allegados empiezan a decirte las mismas cosas y a pensar igual, huye: más antinatural que eso no hay nada.
 Valora la crítica

 Valora la película

No hay comentarios:

Publicar un comentario