[Rec] 4: Apocalipsis [2014]

 Publicado El: Miércoles, 27-Jul-2016. Nº De Serie: C25/TCM/0000700.

 Vista En: Cines Los Prados (Oviedo), sábado 8 de noviembre de 2014.

 Título Original: [Rec] 4: Apocalipsis.

 Director: Jaume Balagueró.

 Guión: Manu Díez y Jaume Balagueró. Género: Terror.

 Música: Arnau Bataller. Fotografía: Pablo Rosso.

 Decorados: [Desconocido]. Vestuario: Marian Coromina.

 Productora: Filmax. Presupuesto: ±3.000.000 € (±4.100.000 $).

 País: España. Año: 2014. Duración: 96 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Manuela Velasco	Ángela Vidal
Paco Manzanedo	Guzmán
Críspulo Cabezas	Lucas
Ismael Fritschi	Nic
Carlos Zabala	Goro
María Alfonsa Rosso	Anciana
Cristian Aquino	Edwin
Emilio Buale	Jesu
Javier Laorden	Médico Auxiliar
Mariano Venancio	Capitán Ortega
Héctor Colomé	Dr. Ricarte
Paco Obregón	Dr. Ginard

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Ángela Vidal es evacuada del edificio en donde estaba atrapaba. Al despertarse, descubre que tanto ella como los agentes que la encontraron han sido llevados a un barco que viaja por alta mar, comandado por un grupo de científicos que están experimentando con el virus para dar con una cura, pero cuyos resultados desatan el caos en toda la embarcación.

 Crítica: Tal como hiciera Placo Plaza con la tercera parte, Balagueró firma en solitario la cuarta entrega de la saga, que abandona su formato cámara en mano para tomar una ruta más tradicional (el prólogo, que enlaza con el final de la segunda parte). Una narración que realiza un salto en el tiempo (Ángela y Guzmán, intentando fugarse) y que sirve como puente entre las diferentes partes (la mención a una boda; la anciana despistada). Bien ambientado en la parte fotográfica, que recupera la claustrofobia de la original, así como en la banda sonora (correcta y trepidante), Manuela Velasco recupera el cetro de mando que había cedido en la tercera parte (y como el buen vino, la chica mejora con los años en atractivo y actuación) al frente de un plantel ajustado a sus personajes, destacando un Héctor Colomé sensacional, que compone un villano fantástico. Una trama desenfadada y gamberra que apuesta de nuevo por la truculencia (el ataque al cocinero, de una indigesta resolución; Lucas usando un motor de fueraborda) así como por la acción más despiadada (las sucesivas víctimas de mordiscos; la reacción de Ricarte ante Ginard). A pesar de que la fórmula da síntomas de repetición y de volver sobre sus pasos (los flashbacks; las grabaciones digitales de lo ocurrido en el edificio), ésta logra mantener la intriga lo justo para evitar el aburrimiento, así como proporciona pasajes de acertada tensión (Rinarte, dudando de si pulsar un botón mientras escucha una cierta charla; Lucas buscando a la anciana; Ángela encerrada en la bodega) pero que a la postre se convierten en un incesante ir y venir del “sálvese quien pueda”, que lleva a un final apropiadamente explosivo pero extrañamente confuso, quedándose como el inseguro y dubitativo epílogo de una estupenda y más que interesante franquicia. Un film efectista que, lejos de ser perfecto, da justo lo que promete: terror, sangre y zombies.

 La Puntilla: “...Había una vez un barquito chiquitito, que no podía, que no podía, que no podía navegar...” (normal, con tanto zombie).

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