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Manolo sin Benito: Desmanes a la Obra

MANOLO SIN BENITO: DESMANES A LA OBRA


 Aunque estuvo en programas infantiles como Cajón Desastre [1988], fue un secundario en cintas como Las Cosas del Querer [Jaime, Chávarri, 1990] y tuvo su primer papel en ¿Qué he Hecho yo Para Merecer Esto? [1984], al amparo de un incipiente Pedro Almodóvar, fue una serie la que, para bien o para mal, se encargó de consagrar a este actor de oronda apariencia, bonachón y gruñón a la vez, poseedor de una vis cómica que podía hacer reír en carcajadas al más pintado. Ángel de Andrés López, hijo de otro grande del cine como fue Ángel de Andrés, fue una cara familiar en los hogares de millones de espectadores que se rieron y disfrutaron con las ñapas imposibles de Manolo y su perezoso compañero de fatigas Benito, acertadísimo retrato de la eterna España cañí y olé que hizo suyo ese eslogan de «yo es que estoy de lo mío». Cuatro décadas de trabajo y un montón de papeles todo ellos defendidos a capa y espada con una dignidad de quitarse el sombrero hicieron de él un actor imprescindible, capaz de ser protagonista y a la vez secundario, de ser un psicópata racista en Taxi [Carlos Saura, 1996] y un obsesivo con los OVNIs en Platillos Volantes [Óscar Aibar, 2003] como de meterse en el salvaje oeste en 800 Balas [Álex de la Iglesia, 2002] y hasta de convertirse en el mismo Santo Padre en Carlos, Rey Emperador [2015] (su último papel, tanto en cine como en TV). Dueño y señor de una fisonomía inconfundible, un ataque al corazón arrebató, con tan solo 64 años, a un actorazo como la copa no de un pino, si no de una secuoya, con una capacidad camaleónica digna de ser envidiada. Una pérdida que deja un legado al que no se puede poner pegas ni peros, y que merece el esfuerzo de recordarse. No fue solo Manolo, fue un poco todos nosotros, de lo mejor a lo peor, de la risa al odio y a la lágrima. Fue una presencia inolvidable. Por que no solo era grande como actor: también lo fue como ser humano.

 Nº De Serie: NC/TCM/00043. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Sábado, 7 de mayo de 2016.

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Ángel de Andrés López
(23 de octubre de 1951; †4 de mayo de 2016)
Como albañil, un horror. Como actor, un honor.

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