“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Una Sonrisa Puede Cambiarlo Todo (O la Ausencia de Ella)

UNA SONRISA PUEDE CAMBIARLO TODO (O LA AUSENCIA DE ELLA)


 Hay actores y actrices a los que la sonrisa favorece o perjudica de una forma sorprendente. Un ejemplo lo encontramos en Julia Roberts, a quien su sonrisa y el numerito de la caja con Richard Gere en Pretty Woman [Garry Marshall, 1990], un instante del todo improvisado por Gere y Roberts y que ha pasado a los anales del cine, le abrió las puertas de Hollywood y le garantizó su carrera en la meca del séptimo arte, incluyendo decenas de premios en multitud de festivales diferentes. Convertida en la Novia de América (la enésima en tener ese título), su sonrisa ha sido su marca de la casa para aparecer hasta en los anuncios de cosméticos, cimentando hasta la saturación su presencia tanto en películas como TV. Sin embargo, no siempre la sonrisa es garantía del éxito, si no la total ausencia de ella. Léase, por ejemplo, el caso de Ben Affleck. En su película Argo [2012], Tony Mendez, un hombre gris y triste con una familia rota envuelto en una cruzada contrarreloj para salvar a seis canadienses de ser asesinados por los radicales islámicos, no sonríe ni una vez. Ni una sola. Y nadie puso en duda las cualidades artísticas ni de Affleck ni de la cinta, que también dirigió. Alejado de proyectos horrendos como Daredevil [Mark Steven Johnson, 2003], y con la madurez a cuestas (Affleck tenía 30 años cuando fue Matt Murdock; con Bruce Wayne, 43), el simple y sencillo hecho de no sonreír ha conseguido erradicar su eterna pose de pillo, de niño travieso, para dejar traslucir al hombre que hay detrás. Un hombre maduro, más sereno y curtido en la vida, menos revoltoso que de joven, pero no por eso menos enérgico. Y por eso, fuera de comparaciones tediosas e innecesarias, su Bruce Wayne es también un ser más maduro y torturado al que la edad no ha restado un ápice de su fuerza. Vivian Ward sonrió y el mundo no volvió a ser el de antes. Bruce Wayne ha hecho lo mismo. Le pese a quien le pese. ¡Chst!, y sin sonreír. 

 Nº De Serie: NC/TCM/00027. Escrito Por: The Cineman.
 Publicado El: Viernes, 1 de abril de 2016.

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