“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Star Wars, Episodio I: La Amenaza Fantasma [1999]

 Publicado El: Domingo, 27-Dic-2105. Nº De Serie: C25/TCM/0000326.
 Vista En: Cine Marta & María (Avilés), jueves 9 de septiembre de 1999.
 Título Original: Star Wars, Episode I: The Phantom Menace.
 Director: George Lucas.
 Guión: George Lucas. Género: Ciencia Ficción.
 Música: John Williams. Fotografía: David Tattersall.
 Decorados: Peter Walpole. Vestuario: Trisha Biggar.
 Productora: Lucasfilm. Presupuesto: ±115.000.000 $.
 País: USA. Año: 1999. Duración: 136 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Liam Neeson
Qui-Gon Jinn
Ewan McGregor
Obi-Wan Kenobi
Natalie Portman
Reina Amidala/Padmé
Jake Lloyd
Anakin Skywalker
Ian McDiarmid
Senador Palpatine
Pernilla August
Shmi Skywalker
Ahmed Best
Jar Jar Binks
Hugh Quarshie
Capitán Panaka
Ray Park
Darth Maul
Keira Knightley
Sabé
Brian Blessed
Jefe Nass
Silas Carson
Nute Gunray/Ki Adi Mundi/Lott Dodd

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: El maestro de Jedi Qui-Gon Jin y su aprendiz Obi-Wan Kenobi salvan a la reina Amidala de Naboo del acoso de la Federación de Comercio. Huyendo al planeta Tatooine para reparar la nave y llegar hasta el Senado de la República en Coruscant para denunciar lo ocurrido, Qui-Gon conoce allí a Anakin Skywalker, un niño que podría ser el elegido de una vieja profecía.

 Crítica: 16 años después de la última entrega, George Lucas firma la primera parte de la nueva trilogía que, a modo de precuela, explica los orígenes tanto del Imperio Galáctico como de Darth Vader. Una historia un tanto desvirtuada a causa de una evidente frialdad interpretativa (Qui-Gon, un personaje con el que resulta imposible encariñarse; Obi-Wan, interpretado por un exasperante Ewan McGregor) así como narrativa, transformando lo que antes era un relato de aventuras en un juego de intrigas políticas y palaciegas con algunas dosis de acción y aventura (todo lo que pasa en Coruscant, un pasaje muerto que aburre por sus excesivos diálogos; la carrera de vainas, divertida y trepidante de principio a fin). En tanto la música de John Williams recupera la magia y la fantasía de antaño, y el vestuario de Trisha Biggar queda fantástico en la pantalla (los trajes de Amidala, a cada cual más estrafalario), el guión crea personajes que directamente rozan el infantilismo más insoportable (Jar Jar Binks, el primer rastafari espacial; Nute Gunray y el resto de neimodianos). Al mismo tiempo, éste desaprovecha otros mucho más interesantes (Darth Maul, lo mejor pero con diferencia: su apariencia y lucha a tres bandas sostienen un barco que se hunde; Watto, versión galáctica de Ebezener Scrooge), amén de olvidar una puesta en escena que entra en clara contradicción con todas sus precedentes (las naves espaciales, más avanzadas y de mejor diseño que en la primera saga, cuando se supone que la acción transcurre 32 años antes de Star Wars, Episodio IV: Una Nueva Esperanza [George Lucas, 1977]). Aunque la película contiene momentos y detalles de lo más entretenido (el final, con cuatro batallas simultáneas), el regreso de Lucas a su creación se convierte en un reguero de errores a cual más incongruente (los midiclorianos), y en un largometraje que se sitúa muy por debajo de sus posibilidades. 

 La Puntilla: Qui-Gon, el perfecto político español llevado al espacio: él mete la pata; los demás pagarán las consecuencias.
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