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Dune [1984]

 Publicado El: Viernes, 11-Sep-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000149.
 Vista En: La Sexta 3, sábado 15 de junio de 2013.
 Título Original: Dune.
 Director: David Lynch.
 Guión: David Lynch, basado en la novela homónima de Frank Herbert, publicada en 1965. Género: Ciencia Ficción.
 Música: Toto. Fotografía: Freddie Francis.
 Decorados: Giorgio Desideri. Vestuario: Bob Ringwood.
 Productora: Dino De Laurentiis Company. Presupuesto: ±40.000.000 $.
 País: USA. Año: 1984. Duración: 137 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Kyle MacLachlan
Paul Atreides
Francesca Annis
Jessica
Freddie Jones
Thufir Hawat
Patrick Stewart
Gurney Halleck
Jürgen Prochnow
Duque Leto Atreides
Kenneth McMillan
Barón Vladimir Harkonnen
Paul Smith
Rabban
Sting
Feyd Rautha
Brad Dourif
Piter De Vries
Sian Phillips
Reverenda Madre Gaius Helen Mohiam
Everett McGill
Stilgar
Sean Young
Chani

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: En un futuro lejano, Paul Atreides es el joven hijo de un duque al que dan por muerto después que una familia rival, los Harkonnen, asalte el planeta Arrakis y mate a su padre y a su ejército. Junto a su madre, ambos logran sobrevivir al ser rescatados por los fremen, una tribu que vive oculta a la que buscará liderar para vengarse de los Harkonnen y del Emperador.

 Crítica: Bizarra adaptación del universo imaginado por Frank Herbert, con un reparto multiestelar a veces en papeles mínimos y desaprovechados (Richard Jordan, Max Von Sydow o Linda Hunt, por decir tres) y una puesta en escena del todo atípica y poco convencional, lo que la convierte en una rara avis del género, palpable en su atmósfera malsana y abigarrada (los miembros de la Cofradía; el planeta de los Harkonnen, de una sordidez total; el palacio real del Emperador). Con su habitual estilo narrativo, plagado de excentricidades, Lynch imprime una poderosa fuerza visual combinando elementos que rozan lo onírico (la obsesión de Paul con una luna de Arrakis y sus sueños con Chani; los ojos azules de algunos protagonistas; el viaje de Caladán a Arrakis) con lo descomunal (los gusanos; las naves espaciales, todas ellas con un diseño tan anómalo como impactante). Si bien este ritmo resulta irregular y a veces un poco lento, su interés se mantiene debido a la conjugación de elementos y de tramas, que por instantes lo acerca al género de la espada y brujería (ritos y profecías extrañas; la continuada referencia a un “Ser Supremo”; las Benne Gesserit, una mezcla entre videntes, monjas y consejeras reales), algo que refuerza con su partitura musical, obra de la banda de rock Toto en su única incursión en el cine, con un leve añadido especial de Brian Eno. Space opera en toda regla, Lynch coloca su creación en las antípodas de sagas más alegres y menos existencialistas como las dos Star (Trek y Wars), cuyos personajes se pasan la vida entre intrigas palaciegas y conspiraciones al más puro estilo de la Edad Media. Una épica, extendida en su Edición Especial (que Lynch firmó con pseudónimo por diferencias con la productora), que no hace si no ampliar un trabajo diferente, concebido con pretensiones de grandiosidad. Y esto es lo que distingue precisamente a Dune: en que todo es grande. Muy grande. 

 La Puntilla: Gordos que flotan, gusanos ciclópeos, naves ortopédicas y hasta profecías y religiones. Frank Herbert, único en toda la galaxia.

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