“Criticaen25” es un punto de encuentro para todos los cinefilios, habitantes del séptimo planeta del sistema solar de las artes. Una propuesta amena y divertida a la par que abierta al debate y a la reflexión en la que, tan diariamente como sea posible, se irán comentando películas de todos los tiempos, con independencia de su género o fama. Un lugar en donde relajarse y disfrutar de un rato agradable en buena compañía.

Un Día de Furia [1993]

 Publicado El: Jueves, 9-Jul-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000042.
 Vista En: Canal Hollywood, miércoles 24 de diciembre de 2012.
 Título Original: Falling Down.
 Director: Joel Schumacher.
 Guión: Ebbe Roe Smith. Género: Acción.
 Música: James Newton Howard. Fotografía: Andrzej Bartkowiak.
 Decorados: Cricket Rowland. Vestuario: Marlene Stewart.
 Productoras: Warner Bros., Regency Enterprises, Canal+ y Alcor Films.
 Presupuesto: ±25.000.000 $.
 Países: USA, Reino Unido y Francia. Año: 1993. Duración: 113 minutos. Color.

Reparto:
Personajes:
Michael Douglas
Bill ‘D-Fens’ Foster
Robert Duvall
Detective Martin Prendergast
Rachel Ticotin
Sandra Torres
Raymond J. Barry
Capitán Yardley
Barbara Hershey
Elizabeth ‘Beth’ Travino
Joey Hope Singer
Adele Foster-Travino
Tuesday Weld
Amanda Prendergast
Lois Smith
Sra. Foster, la madre de Bill
D.W. Moffett
Detective Lydecker
Steve Park
Detective Brian
Frederic Forrest
Nick, el dependiente neonazi
Ebbe Roe Smith
Tipo en Freeway

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: Bill Foster es un ex empleado de defensa harto de los defectos y de las desigualdades de la sociedad moderna que, un buen día, abandona su coche en mitad de un atasco y se lanza por toda la ciudad a una vorágine de locura y violencia que lo colocan en el punto de mira de un detective de la policía, el cual intenta detenerle antes de que sus andanzas vayan a más.

 Crítica: Contundente visión de la sociedad de principios de los 90, en la que Michael Douglas realiza una de sus mejores interpretaciones en la piel de ese hombre gris y anodino enfrentado con el mundo (su caracterización y pose es fantástica). Un mundo, dicho sea de paso, en donde el absurdo y la demencia se convierten en el pan de cada día (el dependiente neonazi; el encuentro entre Bill y una familia en una piscina; la discusión en una hamburguesería), y que reflejan la decadente ruina moral y emocional en las grandes ciudades (Los Ángeles, a más señas). Estupenda en su registro musical (Bill, revisando unos videos familiares; éste en un atasco: su cara de frustración habla por sí sola) y con una fotografía notable (las panorámicas de la ciudad; el paseo de la playa), brilla también un guión donde Robert Duvall muestra por enésima vez que no hay papel que se le resista ni film que no robe (su tensa relación con el Capitán Yardley; las llamadas con su mujer; su desazón mirando a una niña pequeña). No brillan tanto algunas escenas, que van desde lo cruel a lo realmente absurdo, pero que sirven como perfecto ejemplo de una sociedad que ha perdido el norte (Bill en el campo de golf; éste, ayudado por un niño a usar un bazooka: la respuesta del niño de cómo sabe usarlo es alucinante). Una película ácida y sin contemplaciones con apuntes de libreto inquietantes (Prendergrast, hablando con la madre de Bill; la relación entre éste y Beth, genial Barbara Hershey), la cual funciona también como una amarga crítica social. Aunque a veces pierde gas al alejarse de su eje principal (Prendergrast deseando jubilarse), Schumacher lleva éste hasta sus últimas consecuencias (el careo Bill-Prendergrast, colosal), en una película hecha con mucha mala uva, de perverso acabado, y con una frase que resume el espíritu de la propia cinta: «¿Quieres ver desequilibrados?. ¡Date una vuelta por esta ciudad!». 

 La Puntilla: “No estoy loco, es el resto del mundo el que no me entiende”.
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