Serpico [1973]

 Publicado El: Miércoles, 15-Jul-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000050.
 Vista En: TCM, sábado 20 de junio de 2015.

 Título Original: Serpico.

 Director: Sidney Lumet.

 Guión: Waldo Salt y Norman Wexler, basado en el libro homónimo de Peter Maas, publicado en 1973. Género: Drama.

 Música: Mikis Theodorakis. Fotografía: Arthur J. Ornitz.

 Decorados: Thomas H. Wright. Vestuario: Anna Hill Johnstone.
 Productoras: Artists Entertainment Complex y Produzioni De Laurentiis International Manufacturing Company. Presupuesto: ±3.000.000 $.

 Países: USA e Italia. Año: 1973. Duración: 130 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Al Pacino	Frank Serpico
John Randolph	Sidney Green
Jack Kehoe	Tom Keough
Biff McGuire	Capitán McClain
Barbara Eda-Young	Laurie
Cornelia Sharpe	Leslie
Tony Roberts	Bob Blair
John Medici	Pasquale
Allan Rich	Fiscal del Distrito Tauber
Norman Ornellas	Rubello
Edward Grover	Lombardo
Al Henderson	Peluce

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 Argumento: Frank Serpico es un recién graduado en la policía que sueña con tener la placa dorada y convertirse en detective, pero conforme descubre la corrupción policial y el tremendo alcance de su poder en los distritos donde va siendo trasladado, su fe en el sistema se derrumba. Buscando sacarlo a la luz, sus intentos le convierten en un indeseable en el cuerpo.

 Crítica: Sidney Lumet, el director de 12 Hombres sin Piedad [1957] o Punto Límite [1964], se adentra de forma incisiva y mordaz en la corrupción policial gracias al carisma de su protagonista principal, un Al Pacino maravilloso que se sitúa en las antípodas de Michael Corleone para ejemplificar la inocencia y la ingenuidad de un personaje enfrentado a un sistema irónicamente fuera de todo control (Serpico, discutiendo por un bigote; la reunión de éste con otros compañeros para discutir sobre el dinero obtenido por chantajes; su deterioro psíquico, paralelo a su progresivo desmelene capilar). Un largometraje crudo y sin medias tintas con el que Lumet denuncia abiertamente la pasividad de los grandes poderes frente al deseo de hacer lo correcto (las reuniones con el fiscal del distrito, de un cinismo más que evidente), y que, pese a tener una banda sonora algo ausente del relato y de cierta sobriedad narrativa, el guión de Salt y Wexler dibuja un viaje a los infiernos del sistema policial en el que la placa importa poco y la honradez menos aún (el prólogo, anticipo de por dónde irán después los tiros; la relación de Serpico con Laurie y Leslie, o con Tom, cada vez más hirientes). Mención especial merece su vestuario, creado por Anna Hill Johnstone, y que sirve para dotar a Serpico de una personalidad definida, aunque deja cierta pregunta irónica en el aire (¿de verdad un sueldo de poli permite comprarse tanta ropa como la que él lleva a lo largo de la peli?). Con una fotografía seca y sin florituras y una acertada descripción de los personajes, el trabajo de Lumet se alza como una producción poseedora de una calidad fuera de toda duda y de una fuerza contundente y aplastante. Una historia de polis contra polis cargada de mal café que deja en el cuerpo la desesperanzadora sensación de un sistema cuya podredumbre convierte a buenos en desalmados, y a héroes en traidores. Dolorosamente genial. 

 La Puntilla: La poli nos salva de los delincuentes. Pero cuando la poli actúa como la mafia, ¿entonces quién nos salva de la poli?.

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