Blade Runner [1982]

 Publicado El: Sábado, 13-Jun-2015. Nº De Serie: C25/TCM/0000002.
 Vista En: TVE-2, sábado 2 de marzo de 2002.

 Título Original: Blade Runner.

 Director: Ridley Scott.

 Guión: Hampton Fancher y David Webb Peoples, basado en la novela ¿Sueñan Los Androides Con Ovejas Eléctricas?, de Philip K. Dick, publicada en 1968. Género: Ciencia Ficción.

 Música: Vangelis. Fotografía: Jordan Cronenweth.

 Decorados: Linda DeScenna, Leslie McCarthy-Frankenheimer, Peg Cummings y Thomas L. Roysden. Vestuario: Michael Kaplan y Charles Knode.
 Productoras: Warner Bros, Sir Run Run Shaw y The Ladd Company.
 Presupuesto: ±28.000.000 $.

 Países: USA, Hong Kong y Reino Unido. Año: 1982. Duración: 117 minutos. Color.

Reparto:	Personajes:
Harrison Ford	Rick Deckard
Sean Young	Rachael Tyrell
Rutger Hauer	Roy Batty
M. Emmett Walsh	Harry Bryant
Edward James Olmos	Eduardo Gaff
Joe Turkel	Eldon Tyrell
Brion James	Leon Kowalski
Daryl Hannah	Pris Stratton
Joanna Cassidy	Zhora
William Sanderson	J.F. Sebastian
James Hong	Hannibal Chew
Morgan Paull	Dave Holden

 (Para ver su ficha completa en IMDb, pinchar aquí)

 Argumento: En el año 2019, Rick Deckard es un ex policía de Los Ángeles al que reasignan a su vieja unidad para encontrar y retirar a cuatro Replicantes, robots indistinguibles de los seres humanos, que han venido a la Tierra para conocer a su creador. Éstos, sabiendo que su tiempo es limitado, intentan por todos los medios llegar hasta el creador antes de que Deckard dé con ellos.

 Crítica: Prodigiosa adaptación de la novela de Dick que, mejorando el texto original, compone una sinfonía visualmente impactante (el inicio, mostrando un supertecnificado Los Ángeles; Guff y Deckard, volando en un spiner por la ciudad; éste último, llegando al edificio de la Tyrell Corp.), arropada además por una partitura hipnótica y realmente futurista, la cual se ajusta como un guante a cada escena (la persecución de Deckard a Zhora; el prólogo, de una simpleza atmosférica; la voz en off de Deckard, hablando sobre Rachael) y de una fotografía que consigue visualizar y dar vida a un futuro desolador, pero con visos de convertirse en realidad algún día (calles superpobladas de gente; barrios arruinados; edificios decadentes; pisos a oscuras, iluminados por rayos de luz que se filtran desde el exterior). Una película que, usando una sencilla premisa, convierte ésta en una verdadera epopeya que sirve para mostrar un mundo tan desarraigado como el actual (el gesto hosco de Deckard, el porte impasible de Rachael, la sonrisa de Roy, la inquietante presencia de Guff...), una oda a la distopía, a la búsqueda de la propia identidad, del sentido de la vida, del amor y de la inevitabilidad de la muerte (la de Roy, cuyo monólogo final despierta toda clase de sentimientos). Con un defecto vital (la fecha de inicio: “noviembre, 2019”; imposible que a 37 años vista desde su estreno se alcanzase ese futuro), aunque con un gran repertorio de poderosas imágenes (el ojo azul del principio; rayos y fuegos fatuos sobre la ciudad; los dirigibles anuncio sobre el Mundo Exterior) y un final retocado y vuelto a retocar en las posteriores reediciones, Scott crea un producto que, aún con ciertos defectos (¿Deckard, capaz de escalar con dos dedos rotos?), supone un verdadero hito de su género, una odisea que desafía a los sentidos, capaz de inquietar y de crear obsesión por verla una y otra vez. Adictiva como pocas pueden serlo.

 La Puntilla: Dick lo imaginó. Scott lo hizo real. Y el mundo no ha vuelto a ser el mismo desde entonces.

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